
«Estuvimos tres años intentando ser padres y nos derivaron al centro de reproducción asistida»
Macarena García y Alberto Parra ·
Padres por inseminación artificialSecciones
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Macarena García y Alberto Parra ·
Padres por inseminación artificialMacarena García (30 años) y su marido Alberto Parra (33) viven en Badajoz y tienen un bebé que va a cumplir 11 meses. Se llama ... Gonzalo. «Es el niño de mi alma, más buscado que nadie», dice con alegría tras pasar por un proceso que para ella y su pareja ha sido complicado. «Estuvimos tres años intentando el embarazo, pero no llegaba y a través del ginecólogo nos derivaron al Cerha», recuerda Macarena.
Se refiere al Centro Extremeño de Reproducción Humana Asistida. Para ella el proceso fue rápido. En octubre de 2020 le derivaron a ese centro público de Extremadura y en enero de 2021 le llamaron. El 8 de marzo tuvo la primera consulta. Les realizaron pruebas de fertilidad y el seminograma y la reserva ovárica eran bajas. «La primera inseminación artificial nos la hicieron en junio, pero fue al tercer intento cuando me quedé embarazada», recuerda.
«Si no hubiera sido posible, tendríamos que haber intentando la fecundación in vitro y si no recurrir a lo privado, que es mucho dinero», comenta Macarena, que actualmente no trabaja fuera de casa y su marido es empleado en una fábrica de tomates.
Ellos siempre quisieron ser padres y cuando empezaron a intentarlo se dieron cuenta de que no es tan fácil. «El proceso es duro. He ido a una psicóloga que me ha acompañado en este tiempo. Llegó un momento en que era obsesivo. Oscilas entre el sentimiento de culpa, la pena y el miedo», reconoce esta joven, que critica que no hay un psicólogo que atienda a las personas que van al Cerha. «Son procesos duros, largos y con mucha carga hormonal. Estás buscando tu sueño y tienes que estar preparado para todo».
Dice que tiene amigas que empezaron el proceso a la vez que ella y están en el primer paso porque aún no ha habido cita para atenderlas. «Con la pandemia fue horrible y las listas de espera se alargaron. Cada día cuenta y eso se hace eterno», comenta.
Lo explica desde su casa en el barrio de Cerro Gordo, junto a su marido y su hijo. El pequeño Gonzalo ya está a punto de andar y tendrá un hermanito. «Ahora estoy embarazada de nueve semanas. El primero me costó que llegara tres años y ahora tan solo tres meses de forma natural», dice Macarena, que quiere formar una familia numerosa.
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