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Trabajos en el yacimiento de Casas del Turuñuelo el pasado martes. J. M. Romero

El Turuñuelo busca más secretos

Comienza la séptima temporada de excavaciones en esta joya de la cultura tartésica; se avanza en la zona oriental y en la catalogación de las piezas encontradas en dos semanas de trabajos

Sábado, 5 de abril 2025, 07:49

Pico, pala y carretilla. Pincel y libreta. Y el uso frecuente de un distanciómetro, con el que Esther Rodríguez calcula el tamaño de una habitación recién excavada. En el yacimiento de Casas del Turuñuelo se perciben a simple vista pocos cambios cuando uno pisa de nuevo la excavación tartésica. Siguen Sebastián Celestino Pérez y Rodríguez como codirectores del proyecto; el capataz Melchor se mantiene al frente de la cuadrilla y la chapa roja que cubre lo ya abierto se esparce por gran parte del terreno para proteger lo descubierto. Eso es lo que se ve.

Pero bajo las entrañas de la tierra, en este túmulo de las Vegas del Guadiana enclavado en el término municipal de Guareña, aún queda mucho por mostrar. Están convencidos de ello quienes acumulan decenas de horas de trabajo en esta parcela rodeada de cultivos de regadío y que ha situado otra vez a Extremadura en el mapa nacional de referencia para la arqueología.

«No tengo ninguna previsión sobre qué puede aparecer. Puede que hallemos otra puerta grande, pero no sé si monumental, en la zona oeste. Puede. Seguramente nos encontraremos nuevos accesos, más pequeños, en la zona oriental y en la norte. Y muchas más piezas. Pero no sé sinceramente lo que nos podemos encontrar», expresa Celestino en el inicio de la séptima campaña de excavación en Casas de Turuñuelo, situado a menos de cinco kilómetros de la pedanía de Yelbes, la zona habitada más próxima.

La gran escalinata, los relieves de cinco figuras humanas, los pies de una escultura griega de mármol, un cuerpo humano que podría ser el centinela del edificio, varios sarcófagos y bañeras, centenares de piezas de barro y de bronce, restos de madera, 6.770 huesos correspondientes a esqueletos de 52 animales... Casas del Turuñuelo ha aportado ya numerosas sorpresas. Seguramente hay más.

El equipo investigador sueña con descubrir nuevos secretos antes de junio, cuando termina la campaña de excavación de este año.

HOY ha viajado esta semana al yacimiento. Es una de las maravillas arqueológicas del país aún a medio descubrir porque –estima Sebastián Celestino– no se habrá excavado más allá del 40% del terreno. Las primeras catas, someras eso sí, se realizaron en 2014.

La nueva temporada de trabajos debía haber comenzado el 3 de marzo pero se ha retrasado casi un mes a causa de las persistentes y cuantiosas lluvias, que de hecho dejaron medio inaccesible la zona a mediados del mes pasado.

 

Hacia la zona norte

El pico y la pala volvieron a dominar el escenario del Turuñuelo hace poco menos de dos semanas. Desde entonces 14 trabajadores sobre el terreno y otros tres empleados en laboratorio, en una habitación del edificio anexo al yacimiento, están volcados en la nueva temporada de trabajo.

Se ejecuta a través del ya consolidado proyecto 'Construyendo Tarteso', del Instituto de Arqueología de Mérida, en el que están el Gobierno, a través del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y la Junta de Extremadura. La Diputación de Badajoz también ha colaborado de manera notable en los últimos años para dar continuidad al proceso investigador.

Centenares de metros cúbicos de tierra se empiezan a amontonar tras haberse terminado de excavar otra habitación del primitivo edificio tartésico.

Está junto a la conocida 'habitación del alfarero' porque allí se encontró la pasada campaña un taller de alfarería, además de 200 piezas cerámicas, algunas primorosamente decoradas, pesas de telar y un lote de marfiles. Además, se halló su entrada principal.

«Estamos trabajando para culminar la excavación en la zona oriental del edificio. Vamos a intentar dejarla ya terminada. Y el siguiente objetivo es seguir excavando por la zona norte», explica el coordirector del proyecto a este diario.

J. M. Romero

De momento, en estas dos semanas de trabajo son dos ánforas de barro las que se ha podido sacar a la luz y varias piedras molineras de granito, utilizadas para moler grano. «Son bastante habituales. Aquí hay algunas más», señala Celestino bajo una estantería en la dependencia-laboratorio. En ellas dos mujeres miden, y en su caso adecentan las piezas más deterioradas.

La antigüedad del yacimiento de Guareña se fecha en 2.500 años. Y lo que hicieron los pobladores de Casas del Turuñuelo es provocar un gran incendio para arrasar con todo el edificio. El Turuñuelo, además, desveló el ritual del mayor sacrificio de animales del Mediterráneo occidental. Es el mejor yacimiento conservado de los descubiertos en los últimos tiempos en España. El símbolo de la civilización tartésica.

Tarteso es el nombre con el que los griegos conocían a la que creyeron que fue la primera civilización de occidente, que comienza a formarse hacia el siglo IX antes de Cristo y termina en el siglo V.

Ocupó el suroeste de la península ibérica, entre las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla y Badajoz, en el valle medio del Guadiana.

 

Pendiente de la gran cúpula

Se sabía de su presencia en la zona del Guadiana extremeño a través de Casas de Turuñuelo pero no su relevancia. Además de los hallazgos antes citados, según los investigadores, se tienen contabilizadas alrededor de 9.200 piezas de cerámica tras las sucesivas campañas en la joya extremeña tartésica. Y en total, si se les suman otras de bronce y piedra, se alcanza las 13.000 piezas en total.

«Estamos trabajando bien. Este año quizás con más incidencias a causa de la lluvia, pero esperamos poder recuperar terreno porque para junio debemos terminar», señala Celestino, quien no esconde que para el próximo año en el Turuñuelo la expectación llegará también por otro motivo y no solo por lo que salga a la luz tras desentrañar la tierra.

A lo largo de 2026 debería estar finalizada una cúpula de 116 metros de diámetro y 19 de alto. Será de estructura metálica, con una cubierta ajardinada, que simula el túmulo o elevación de su origen.

Una cúpula cuyo coste será de 6,9 millones de euros y que protegerá definitivamente el yacimiento de Casas del Turuñuelo y hará olvidar las chapas metálicas que se llevan colocando allí desde hace una década. La estructura se apoyará en 32 zapatas situadas en el exterior del yacimiento, en unas zonas en las que se ha determinado que no hay restos arqueológicos tras realizar catas.

Se trata de una solución arquitectónica para proteger y a la vez hacer visitable una de las actuales joyas arqueológicas de todo el mundo que está en Extremadura, sentencia la Administración extremeña. Esto permitirá que Casas del Turuñuelo pueda ser abierto al público a partir del próximo año mientras continuarán las excavaciones.

Cuando pueda ser visitado por el público, este siempre contemplará el yacimiento desde lo alto, no lo pisará, para evitar un deterioro de la superficie, subrayó Esther Rodríguez en la presentación de la cúpula. La pasarela colgante desde la que se verá puede soportar 200 kilos por metro cuadrado.

El perímetro interior de la nueva cúpula del Turuñuelo permitirá acoger espacios para laboratorios, servicios y actuaciones museísticas y está enfocado a un desarrollo posterior para su uso turístico.

La Junta de Extremadura presentó el proyecto a mitad de febrero. Acaba de licitar la obra aunque los investigadores esperan de que esté concluida a lo largo del próximo año.

J. M. Romero
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