Oficina en Cáceres de la antigua Liberbank afectada por los cierres. armando méndez

Unicaja cierra 24 oficinas bancarias en junio y la región ya pierde 40 este año

La entidad a la que pertenece la antigua Liberbank ha pospuesto, no obstante, otras clausuras en localidades que quedarían sin ninguna sucursal

Miércoles, 29 de junio 2022, 07:17

En lo que va de año, han desaparecido otras 40 oficinas bancarias en Extremadura. Los bancos continúan adelgazando su red de oficinas, aunque en esta última oleada de cierre, principalmente protagonizada por Unicaja, que ha cerrado hasta 24 de sus oficinas en 20 localidades extremeñas, ... se está prestando cierta atención a la exclusión financiera y tratando de evitar que los pequeños pueblos se queden sin atención presencial.

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La absorción de Liberbank (donde en su momento se integró Caja Extremadura) es el principal motivo por el que Unicaja está cerrando sucursales. Las dos entidades tenían una fuerte presencia en la región, sobre todo en el norte de Cáceres, y se solapan en varios puntos.

En los tres primeros meses del año, Unicaja clausuró 13 sedes. Tres de ellas en localidades en las que era no solo su único punto de atención, también la única oficina bancaria como tal: Aldeacentenera, Baños de Montemayor y Villanueva de la Sierra, todas de la provincia de Cáceres, se quedaron sin ninguna oficina, como recoge el registro del Banco de España.

En la provincia de Badajoz, Ibercaja echó el cierre a su sede de Bodonal de la Sierra, que también era la única oficina que había en el municipio.

Entre enero y marzo del presente año, también dejaron de operar las oficinas de Ibercaja en Feria, la de BBVA en Zorita, la de Deutsche Bank en Cáceres y una de CaixaBank en Badajoz.

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Oficinas cerradas en junio

  • Localidades: Almendralejo, Arroyo de la Luz, Badajoz (2), Cáceres (2), Casar de Palomero, Coria, Don Benito, Hervás, Jaraíz de la Vera, Mérida, Miajadas, Montehermoso, Navalmoral de la Mata, Pinofranqueado, Plasencia (3), Talayuela, Torrejoncillo, Trujillo, Valencia de Alcántara y Zafra.

En todas estas localidades se mantuvieron sedes de esas o de otras entidades financieras, es decir, los habitantes tienen una oficina bancaria a la que acudir, aunque no sea tradicionalmente con la que han trabajado.

En total fueron 18 cierres en el primer trimestre, que con los últimos que se han producido en los meses de abril y de junio, que aún no recogen las estadísticas del Banco de España, elevan el número total de oficinas bancarias cerradas por encima de 42. Es decir, el 6% de las oficinas que había abiertas a principios de año ya se encuentran cerradas.

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Duplicidades

Recientemente, en el mes de junio, Unicaja ha cerrado otras 24 sedes en Extremadura.

En esta ocasión lo ha hecho en municipios en los que, tras la absorción de Liberbank, se había quedado con más de una oficina. Es decir, ha prescindido de sucursales en aquellos sitios en los que existían duplicidades tras los procesos de fusión llevados a cabo en los últimos meses.

Se trata de una veintena de sucursales ubicadas en estos municipios: Almendralejo, Arroyo de la Luz, Badajoz (2), Cáceres (2), Casar de Palomero, Coria, Don Benito, Hervás, Jaraíz de la Vera, Mérida, Miajadas, Montehermoso, Navalmoral de la Mata, Pinofranqueado, Plasencia (3), Talayuela, Torrejoncillo, Trujillo, Valencia de Alcántara y Zafra.

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«Lo entendemos, sabíamos que no era lógico que mantuvieran las dos oficinas abiertas, asegura Carlos Caro, alcalde de Arroyo de la Luz. «Ya nos pasó hace años cuando desapareció Banesto», añade. Lo mismo ha sucedido, por ejemplo, en Jaraíz de la Vera donde Unicaja ha cerrado una de las dos que tenía, según Luis Miguel Núñez, alcalde de este municipio del norte de Cáceres «No es un problema, sostiene por su parte Patricia Valle, la primera edil de Hervás.

Sin embargo, el plan de ajuste de Unicaja tenía en un primer momento previstos más cierres de oficinas. Por ahora los ha aplazado. Ya lo hizo en abril y lo ha vuelto a hacer en junio para aquellas poblaciones en las que solo contaba con una sucursal. El objetivo de la entidad es buscar soluciones para no abandonar la atención presencial y, aunque no tiene un plazo concreto, no efectuará por el momento los cierres que había programado para el 17 de junio en aquellos puntos a los que dejaría sin su servicio.

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Cierres aplazados

Garganta la Olla, Riolobos o Torreorgaz son algunos de los pueblos que se han beneficiado de esta medida, ya que sin la oficina de Unicaja se quedarían sin ninguna presencia de entidades bancarias..

«Por ahora sigue funcionando y tenemos el compromiso de que lo va a seguir haciendo hasta que Unicaja llegue a un acuerdo con algún agente financiero para que siga prestando el servicio», detalla Antonio Muñoz, alcalde de Garganta la Olla. «Parece que las concentraciones y las protestas han tenido efecto», insiste satisfecho el primer edil de esta pequeña localidad cacereña donde el cierre de su oficina estaba programado para abril, pero se aplazó.

Garganta la Olla, Riolobos y Torreorgaz se han beneficiado del aplazamiento del cierre de oficinas

Esta sensación es general en los pueblos que han evitado los cierres, pero más en aquellos en los que Unicaja era la única entidad presente con oficina.

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En otras localidades también han sorteado los cierres, pero además mantienen oficinas de varias entidades. Navaconcejo está en esa situación: Unicaja ha aplazado la clausura de su sucursal y también hay una de CaixaBank. Hay pueblos que no han tenido tanta suerte. Es el caso, por ejemplo, de Alía.

«Ya está cerrada la oficina desde abril, tenemos que desplazarnos a Guadalupe», reconoce Cristina Ramírez, la alcaldesa de este municipio ubicado en las Villuercas.

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