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La corta a cielo abierto de la que se extrajo el mineral entre 2005 y 2015. Tiene 300 metros de profundidad. Ahora el mineral se sacará de debajo . Casimiro Moreno

Mina de Aguablanca

El único yacimiento de níquel de Europa ya aguarda su segunda vida

La mina de Aguablanca, en Monesterio, está igual que cuando paró la actividad en 2015, a la espera de que sigan sacando mineral

J. López-Lago

Monesterio

Domingo, 29 de octubre 2023

En la mina de Aguablanca, la única de níquel de toda Europa Occidental y que está en el término de Monesterio, ya no sale a cuenta seguir extrayendo mineral en la inmensa corta con forma de cono que se ve a cielo abierto y que es desde hace años la imagen más popular de este yacimiento. De hecho, hay varios miradores dentro de la finca orientados hacia ese inmenso agujero desde donde no hace mucho, hasta 2015, se veían como hormigas camiones que subían y bajaban en espiral. Esa imagen ya es pasado.

Ahora toca sacar el níquel que se sabe que hay justo debajo. Para eso hace falta excavar galerías subterráneas. «Es un método más lento y tardas el doble que cuando se hace a cielo abierto, pero tiene a favor que es más selectivo. Obtienes más níquel y menos mineral estéril», explica uno de los ingenieros de minas de la empresa Río Narcea Recursos, que en 2021 adquirió el yacimiento que cerró en 2015.

En 2014 la producción de Aguablanca fue de 8.631 toneladas de níquel y 7.390 de cobre, excediendo la expectativas, pero al año siguiente todo fue a peor. El precio del níquel se desplomó y no había permiso para sacar este mineral desde galerías subterráneas. Pero ahora el níquel ha vuelto a subir de precio y los promotores, vinculados a la empresa que fabricará baterías en Badajoz, afirman que tienen todos los permisos para sacar este mineral, ya que en 2017 se consiguió una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable, pero con condicionantes por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. En 2021, justo antes de que caducase la DIA, Río Narcea Recursos compró la mina a Valoriza Minería, del grupo Sacyr.

El níquel sirve para producir acero inoxidable que se usa en la construcción, pero también en la electrificación y las telecomunicaciones pues lo llevan baterías o pilas recargables. Por esto es estratégico para la Unión Europea, que no quiere depender del exterior.

En 2024 o 2025

Ahora se sabe que aún queda mucho níquel (y cobre) debajo de la espectacular corta de Aguablanca, ya que mientras la mina se explotó a cielo abierto se hicieron sondeos, de ahí que debajo del agujero ya haya dos kilómetros de galería excavada desde donde se empezará a perforar el subsuelo. Para que esto ocurra y se pueda empezar a extraer níquel hará falta, como mínimo, un año desde que se reabra una instalación que entre 2005 y 2015 dinamizó económicamente no solo la población extremeña de Monesterio, sino también las andaluzas de Cala, Real de la Jara y Santa Olalla, que también aportaba trabajadores a una plantilla que llegó a ser de algo más 400 personas en sus picos máximos de actividad.

Este diario ha visitado la finca de Aguablanca, 310 hectáreas presidida por ese agujero artificial de 800 metros de diámetro y 300 de profundidad junto a una gran balsa de agua necesaria para llevar a cabo esta actividad. El lugar tiene un cerro levantado de la nada con pedruscos inservibles sacados de esa corta y recubierto con un manto de tierra vegetal. Todo el recinto está cosido a caminos. Por ellos se espera que en 2024 o 2025 vuelvan a levantar polvo decenas de camiones cargando rocas desde la boca que conduce al subsuelo y las descarguen en la planta de tratamiento que hay en la misma finca.

En la entrada están las oficinas tal y cómo se dejaron hace ocho años. Si no fuera porque no hay personas o abrigos en los percheros, parecería que nunca llegó a cerrar. Hay fotos aéreas, vitrinas con minerales, una imagen de Santa Bárbara, patrona de los mineros y las estanterías están llenas de documentos. Se pueden contar unas cuarenta sillas vacías de quienes fueron el personal administrativo y sobre las mesas aún hay carpetas abandonadas tras el último día de trabajo producto de un expediente de regulación temporal de empleo traumático que en 2016 provocó encierros y hasta una marcha sindical que llegó a pie hasta Badajoz.

Extremadura minera

En estos ocho años de inactividad seis empleados se han encargado de vigilar la finca para evitar robos y mantener activos los circuitos internos de agua. También han recibido y guiado grupos de visitantes, posibles inversores en una actividad, la minería, en la que Extremadura ha sido protagonista otras veces, cada vez que un grupo inversor, casi siempre extranjero, ha reactivado las excavaciones cuando el mercado ha sido propicio.

Este nuevo proyecto de explotación subterránea en Aguablanca prevé una inversión de 40 millones de euros y crear 350 empleos. En Monesterio ya han empezado a impartirse cursos y a amontonarse los currículos.

Hay que tener en cuenta que España es rica en minerales. Se dividen en hidrocarburos, minerales metálicos, minerales industriales, rocas ornamentales y productos de cantera. Extremadura, aunque sea conocida por su agricultura y ganadería, no se queda atrás en riqueza de minerales.

Algunos datos

  • Cronología. La mina de níquel de Aguablanca empezó a producir en 2005, paró entre diciembre de 2010 y agosto de 2012 por un desprendimiento y siguió su actividad hasta 2015, cuando los propietarios la cerraron por el desplome del precio de este metal.

  • ¿Por qué reabre? El precio del níquel ha vuelto a subir. Además, la explotación ya no será a cielo abierto sino mediante galerías subterráneas. La extracción será más lenta, pero más selectiva, por lo que se espera encontrar menos minerales estériles.

  • Impacto. Tanto en Monesterio como en los pueblos andaluces cercanos están encantados con la reapertura por el empleo que volverá a generar. Asociaciones ecologistas critican la reapertura argumentando daños medioambientales.

  • Previsión. En la primera etapa se calcularon 10 años y medio de actividad que no han concluido. En esta segunda depende de las investigaciones.

Los minerales metálicos, presentes sobre todo en Andalucía y Asturias, así como los productos de cantera cuyo fin es la construcción, son los que más empleo generan por ser los más abundantes en la península. En el país representan las dos terceras partes de la producción minera. La producción de hidrocarburos (petróleo, gas) es mínima, del 1% con solo seis explotaciones en España, según la última memoria del Instituto Geológico Minero de España (IGME).

Además de aguas minerales (balnearios) y rocas ornamentales (granito, mármoles), Extremadura es la comunidad con más producción de cantera (caliza, arena y grava, yeso… para construcción). En 2021 había 83 explotaciones mineras en la región en total y casi tres cuartas partes (58) eran para extraer productos de cantera.

En realidad, el níquel que se obtiene de Aguablanca es un concentrado que luego debe pasar por un proceso siderúrgico que se realiza fuera, normalmente en China, explican los técnicos de Aguablanca. «El afán de este país por acaparar materias primas es lo que ha levantado los precios», apuntan para explicar el principal motivo de esta reapertura para la cual los nuevos propietarios aún están abiertos a inversores del sector minero, donde carecen de experiencia.

Y es que la extracción y transformación de un mineral no es sencilla pues por muchos estudios previos que se hagan hay algo de azar cuando se explora el subsuelo.

Además de níquel, que es el «metal objetivo», en Aguablanca hay cobre y muchos otros minerales que no valen para nada y son llamados «estériles». El proceso parece simple: las rocas que van saliendo de las sucesivas voladuras con dinamita se reducen luego de tamaño en una planta de trituración y molienda que ya está hecha dentro de Aguablanca y que pertenece a la primera etapa de explotación. Lo siguiente es obtener el mineral objetivo, lo cual se hace, también en la misma planta, con unos reactivos por un proceso denominado 'flotación'. Todo lo que interesa es lo que flota», apunta la ingeniera química que trabajó en esta mina.

Esto explica que en una imagen a vista de pájaro, junto a la corta, se aprecie una gran balsa de agua necesaria para el tratamiento. La finalidad es conseguir un concentrado lo más rico posible en níquel para que sea vendible en el mercado.

Críticas ecologistas

En un tiempo en que las organizaciones ecologistas son muy críticas con los proyectos mineros, quienes han trabajado allí señalan que «una de las ventajas del proyecto es que ya está todo construido, no afecta a zonas nuevas». No obstante, el impacto negativo que señala Ecologistas por Extremadura es sobre la fauna del río Rivera del Cala.

En Monesterio, su alcaldesa Loli Vargas, manifestó hace un mes en este diario que el pueblo, de 4.000 habitantes, está muy animado con la segunda vida de este proyecto, aunque se calcule que no pueda prolongarse mucho más allá de ocho o diez años, un periodo de explotación que aún está por determinar.

Quienes ya trabajaron en la primera etapa de Aguablanca hablan de diferentes perfiles de empleos, desde detonadores y perforistas o conductores de maquinaria pesada, topógrafos y delineantes a operadores para cada fase de las que se desarrollarán en la planta de tratamiento. Otros puestos como los relacionados con la seguridad en el trabajo, control de calidad o medioambiental también serán necesarios, así como especialistas en geología, geotecnia, técnicos de almacén, de laboratorio con sus auxiliares y en la zona de Administración personal de recursos humanos, finanzas o contabilidad, mientras que en la cúspide de la plantilla se situarían junto a los directivos tanto ingenieros de minas como ingenieros químicos.

Oficinas y planta de transformación en la Mina de Aguablanca. Casimiro Moreno

Varias oportunidades bajo el suelo con los ecologistas enfrente

Extremadura tenía en 2021 83 explotaciones mineras, la gran mayoría de productos de canter dedicadas cuya producción se dedica a la construcción, según el Instituto Geológico de España. Además, existen sobre la mesa cuatro grandes proyectos sobre minería metálica cuyo valor es mucho mayor. Uno es el de Aguablanca, en el término municipal de Monesterio, donde existe níquel. Tras un parón de diez años, este yacimiento está a punto de reabrir, han indicado los nuevos propietarios. Las otras dos posibles minas que también esconden bajo tierra un mineral metálico considerado esencial son Cáceres y y Cañaveral, donde hay proyectos para extraer litio, si bien en Cáceres capital hay una oposición de parte de la ciduadanía por la cercanía a la ciudad del yacimiento que plantean los promotores, que inicialmente era a cielo abierto y ahora se está valorando hacerlo mediante galerías subterráneas. El cuarto proyecto que ya estuvo activo un tiempo y ahora no se descarta su reapertura es la mina de La Parrilla, cerca de Almoharín y que tiene wolframio, un mineral metálico también muy valioso. En contraposición a este tipo de iniciativas mineras, el Observatorio Ibérico de la Minería y Ecologistas en Acción han organizado precisamente en Extremadura el primer encuentro ibérico sobre los impactos sociales y ambientales de la minería. Se debe, explican los promotores, a la avalancha de nuevos proyectos mineros que afectan a este territorio, que incluyen las minas de litio de Cáceres y Cañaveral, la mina de níquel de Aguablanca o la mina de cobre y oro de Alconchel.

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