Javier Porras al volante del autobús de la autoescuela La Serena con el que da sus clases prácticas. :: E. DOMEQUE

«Vente a Alemania, papá»

Javier Porras, parado y con 57 años, sigue los pasos de su hijo, uno de los 63 conductores de autobús que ya trabajan en el país germano tras sacarse el carné de conducir D y aprender alemán en Don Benito

Estrella Domeque

Jueves, 12 de diciembre 2019, 08:18

Sin trabajo y con 57 años, Javier Porras recibió la llamada de su hijo: «Vente a Alemania, papá», parafraseando el título de la famosa película de Alfredo Landa. El más pequeño de la familia había iniciado unos meses antes la aventura de formarse como conductor de autobús y trasladarse al país germano, donde le esperaba un puesto de trabajo debido a la alta demanda de estos profesionales.

Publicidad

Ahora su progenitor ha iniciado ese mismo recorrido y para ello ha viajado desde Guadalajara a Don Benito como primera etapa del viaje. El porqué de este viaje es sencillo, en las Vegas Altas se encuentra Sercodex, una empresa que ofrece en colaboración con la autoescuela La Serena y de forma gratuita la formación necesaria para poder conducir estos buses y también para aprender el idioma alemán.

Así, una parte del coste del curso la abona B-Bus Gruppe, la empresa teutona que necesita esa mano de obra, y la otra parte se costea con ayudas europeas, para lo que reciben el asesoramiento también gratuito. El alojamiento en Don Benito durante el curso apenas les supone coste ya que sólo tienen que pagar los gastos de energía. «Me forman, me aseguran un trabajo en Alemania y aprendo alemán. En febrero, si apruebo, partiré para allá y ya con trabajo», explica ilusionado Javier, de nacionalidad colombiana, al volante del autobús poco antes de comenzar una de sus últimas clases prácticas, ya que el viernes se examina de la prueba en circuito abierto. Se ve preparado para el aprobado.

«Mi hijo lleva allí diez meses después de hacer este mismo curso –relata–. Me da buenas referencias y está muy contento, aunque al principio tenía sus dudas porque no sabes si es algo seguro».

Meses después su hijo menor ya tiene un contrato indefinido, «además de un buen sueldo comparado con los de aquí». Un salario que puede llegar a los 1.700 euros.

Para Javier la edad no es un problema, aunque reconoce que su hijo apenas se lo pensó porque tenía menos ataduras y el riesgo era menor. En este tiempo la experiencia ha terminado por convencer a toda la familia, pues una vez que su padre termine la formación será su hermano el que se una. «Nos vamos para allá toda la familia, incluso mis nietos se vienen con nosotros. Tenemos ganas de empezar el proyecto y se completaría si viene mi otro hijo», expresa Javier, que en unos meses residirá en Bruchsal, a unos 100 kilómetros de Frankfurt de la que ya ha podido ver fotografías.

Publicidad

Desde 2018 son ya 63 los conductores que se han formado en Don Benito y trabajan en Alemania

Con las dotes al volante por examinar, en las de alemán ya cuenta con el aprobado. Este es uno de los requisitos para poder acceder a la oferta de trabajo, tener el nivel A2 del idioma en el que ahora tendrá que desenvolverse. Para ello ha superado un curso intensivo en la academia dombenitense Genau Akademie, y ahora solo tiene ganas de empezar a recorrer kilómetros en autobús por la geografía alemana.

Pero, ¿qué es más difícil, aprender alemán o conducir un autobús? «El idioma», responde sin dudar Santiago Díaz, gerente de Sercodex. «Sobre todo por la edad. Los más jóvenes no tienen tanto problema y es más fácil de interiorizar. Pero a mayor edad cada vez les cuesta más». Sin embargo, la tasa de aprobados es muy alta tanto en la conducción como en el habla. No obstante, son ya siete los cursos finalizados desde 2018 y 63 los conductores que ya están trabajando allí. «Más 25 que están en dos cursos que se encuentran funcionando. Una media de algo más de diez por curso, sobre todo por el idioma», prosigue.

Publicidad

El gerente de esta empresa explica que los participantes en el proyecto tienen que obtener el carné D y el Curso de Capacitación para conductor profesional (CAP) en la Autoescuela La Serena, y mientras tanto se les forma también en el idioma hasta el nivel A2, básico para entenderse con compañeros y usuarios allí. «El proceso dura en torno a tres o cuatro meses y los requisitos son muy básicos, sólo se necesita tener el permiso de conducir B con un año de antigüedad y más de 24 años. Y voluntad, ganas de formarse y de emprender una nueva vida», afirma.

En Don Benito nace un proyecto que se ha extendido a las localidades de Gandía (Valencia) y Cabra (Córdoba). Y es que la empresa alemana necesita tantos conductores que sólo desde Don Benito no pueden abastecerles. La explicación para esa demanda nace de tres factores: la baja tasa de desempleo en Alemania, las jubilaciones y el cambio climático.

Publicidad

Sin paro

Santiago Díaz señala que la tasa de desempleo es casi residual y en casi todas las profesiones faltan trabajadores. «En el caso de los conductores es mayor porque no es una profesión muy atractiva allí, necesita una formación profesional de tres años y requiere de una inversión económica importante», argumenta. A eso se suma la falta de relevo generacional ante las jubilaciones. Y, por último, está el crecimiento de la demanda de transporte público en Alemania por las cuestiones del cambio climático «que está forzando la normativa y cada vez hay menos transporte privado, sobre todo en las ciudades».

Por este motivo nace una demanda que genera una buena oferta, tanto que levanta sospechas. «Es un proyecto tan atractivo que genera desconfianza y ese es el mayor problema que encontramos en la captación», expone. Prueba de ello es que menos de un 10% de los participantes son de Extremadura, el resto son de fuera de la región y también de fuera de España, aunque un alto porcentaje es de procedencia sudamericana, «porque una vez que se han mudado de país no tienen tanto miedo a volver a mudarse, mientras que al español le cuesta la decisión de desarraigarse».

Publicidad

El trabajo de su empresa no termina con la formación, ya que una vez en Alemania se encargan de que la adaptación sea lo más satisfactoria posible y se realiza un seguimiento de este nuevo proyecto de vida que comienza en Don Benito y continúa a miles de kilómetros.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.

Publicidad