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El público bailando con la orquesta Tucán en la verbena de La Haba el miércoles pasado. ESTRELLA DOMEQUE

La verbena de La Haba: «Una fiesta en el pueblo es algo para vivirlo, no para contarlo»

Las fiestas en honor a la Virgen de La Antigua hace triplicar estos días la población de este pueblo de La Serena de 1.200 vecinos

Viernes, 16 de agosto 2024, 07:15

La orquesta Tucán ultima su prueba de sonido al ritmo de La Oreja de Van Gogh, mientras las miradas en la plaza de Extremadura de La Haba están puestas en el primer título de Mbappé con el Real Madrid. Y es que, aunque todavía con ... ritmo de pachanga veraniega, los de Ancelotti se colaron en la 'Velá' de esta localidad pacense en honor a la Virgen de la Antigua.

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No faltaban en esta plaza madrileños, fuesen o no merengues, tampoco andaluces, catalanes o valencianos. Y es que, en estos días de agosto, el municipio llega a triplicar su población de unos 1.200 habitantes. Esto hace que establecimientos como el bar Casado amplíen su terraza y que los camareros no den abasto.

«Viene muchísima gente de fuera y está todo desbordado, la panadería, la carnicería, los bares… Pero muy bien, es una alegría», cuenta Reyes, que aunque reside en Calamonte, vivió en La Haba hasta que se marchó por trabajo a Cádiz. «Si eres 'jabeño', esto no te lo puedes perder nunca», dice sobre esta cita que considera ineludible, «los jóvenes tienen sus actividades y en la plaza hay orquesta para los que nos dicen los 'puretillas'».

Una de esas jóvenes es María, natural de un pueblo de Alicante y que ahora trabaja en Cuenca. Su padre es de La Haba y vienen cada verano. «Me encanta venir al pueblo, es otro rollo y prefiero las fiestas de aquí, donde tengo mi grupo de amigos de toda la vida», dice mientras cena con su familia antes de reunirse con su pandilla, «literalmente, vengo solo a salir de fiesta».

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Tras el pitido final del partido, la orquesta Tucán trata de conquistar la plaza al ritmo de grandes éxitos, pero los más pequeños son los menos tímidos a la hora de arrancarse a bailar, aunque sea al son de Isabel Pantoja. Poco a poco, salen a relucir entre el público algunas coreografías que se creían olvidadas con canciones como Mentirosa, Salomé, La chica yeyé o Aserejé. «A la gente le gusta la música movidita, aunque en muchos pueblos nos centramos en los pasodobles», cuenta Nerea Miranda, una de las vocalistas de la orquesta que reconoce que «es cansado porque tenemos mucho ajetreo, sobre todo los fines de semana, pero se lleva bastante bien porque es algo bonito y lo disfruto mucho».

 

Tradiciones

Mientras algunos ya bailan, otros se ponen al día en las terrazas de los bares. «Es difícil vernos durante el año y suele ser la vez que coincidimos todos», cuenta Laura, que vive en Sevilla, ciudad a la que se marcharon sus padres por trabajo. Cada año intentan venir en verano un par de semanas coincidiendo con estas fiestas: «Es muy bonito y, además, el pueblo tiene muchas tradiciones que se siguen manteniendo y eso es algo que no se ve tanto en las ciudades».

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De su grupo de amigos es también Dani, madrileño al que el sentimiento 'jabeño' le viene por parte de sus padres. «Para mí volver a La Haba es una alegría porque veo a mis amigos, como le pasa a muchos», dice el joven que tiene claro que «una fiesta en el pueblo es algo para vivirlo no para contarlo».

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