Pocas obras en la región tienen ahora mismo un foco sobre ellas como la del desvío alternativo que se está habilitando a la altura de la N-523, carretera que une Cáceres y Badajoz y que está cortada en el punto medio (km. 45) por ... el socavón causado por la borrasca Efraín. Este viernes, día 13 de enero, cumple un mes sin tráfico y, según observó ayer este diario, ya se han producido las primeras pruebas de carga para comprobar la seguridad. Se trata de una vía alternativa sobre el puente de la vieja carretera que a partir de los próximos días salvará la carretera nacional dañada. Además, se ha realizado una losa de refuerzo superior de la carga del pontón, también llamada obra de drenaje. Esa loseta es de hormigón y hay que esperar a que 'cure', explicaron ayer técnicos de la obra.
Publicidad
El tramo a restaurar tiene apenas medio kilómetro de longitud y operarios de Demarcación de carreteras (Ministerio de Fomento) y la empresa de Casar de Cáceres Olleta Torres trabajaban este jueves en varios frentes. Tras completar el relleno de tierra, hoy estaba previsto empezar a echar la zahorra que va debajo del alquitrán. Según se puede apreciar, la conexión entre la carretera nacional y este desvío ya es posible toda vez que el badén que de desagüe también ha sido reforzado para que los coches puedan desviarse en este punto. Esta obra es fundamental para que vecinos de la Roca de la Sierra y Puebla de Obando, así como propietarios de las fincas cercanas y los escolares que acuden al Instituto de la Roca no tengan que dar un rodeo de más de 30 kilómetros.
El socavón se produjo por las lluvias el día 13 de diciembre por la mañana y al día siguiente se anunció la posibilidad de habilitar este desvío provisional que, de confirmarse que es seguro, solo podrán utilizar vehículos ligeros mientras el arreglo de la N-523 siguen su curso, y es que aunque se está tramitando como obra de emergencia (esto se aprobó el 28 de diciembre), pueden pasar meses hasta su finalización.
No fue hasta la última semana del año cuando llegaron las primeras máquinas a la zona, que empezaron con trabajos de desbroce de un vial cubierto de vegetación con un puente que había resistido a la riada que acabó con parte de la actual N-523.
Publicidad
Según han indicado este jueves en la obra, desde entonces están trabajando fines de semana y este miércoles los últimos trabajadores no abandonaron la zona hasta las nueve de la noche. Aunque todo apunta a que la actuación ya está en su tramo final, nadie se atreve a afirmar cuándo se reabrirá al tráfico la N-523 entre La Roca de la Sierra y Puebla de Obando. Sobre el terreno, siempre de forma oficiosa, unos hablan de «días» y otros especulan con la posibilidad de que todo esté listo en «poco más de una semana».
El delegado del Gobierno, Francisco Mendoza, fue preguntado en el transcurso de una rueda de prensa sobre la reapertura al tráfico de esta carretera nacional y ha vuelto a responder que «de manera inminente» y ha reiterado que «no quiero comprometer una fecha», a la vez que explicó que todos los días, o cada dos días, habla con el jefe de Demarcación de Carreteras «para meter la oportuna presión a los trabajos para que esté abierta lo antes posible».
Publicidad
Como se sabe, miembros del PP como el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, o la presidenta regional, María Guardiola, acudieron a este punto kilométrico a finales de diciembre para denunciar que las dos capitales de provincia no estén aún conectadas (en la actualidad se puede hacer por las autovías A-5 y A-66).
Por eso, el delegado del Gobierno ha añadido hoy que mientras «algunas personas» en la época navideña estaban comiendo turrón o se hacían fotografías, en Demarcación de Carreteras «se estaba trabajando duro para poner en marcha la ruta alternativa y la reparación de los daños producidos».
Publicidad
Y es que, según Mendoza, además de la «presión mediática», son «conscientes» de que hay alumnos de un centro educativo que todos los días tienen que hacer un recorrido desde Puebla de Obando a La Roca de la Sierra «y tienen que utilizar alguna vía que seguramente no es la más adecuada para ello»; o que un ciudadano de Puebla de Obando que tiene que acudir al centro de salud de La Roca también tiene que hacer un trayecto que «tampoco» consideran que «sea el más adecuado».
El asunto ha llegado este jueves de nuevo al terreno político. El diputado del Grupo Popular, Víctor del Moral, preguntó esta mañana en la Asamblea a la consejera de Transportes de la Junta de Extremadura, Leire Iglesias, cómo es posible que un mes después de que se produjera el «socavón de la vergüenza» la carretera siga cortada. Añadió que esta vía la utilizan 3.500 vehículos de media cada día que ahora deben emplear más tiempo y combustible en sus trayectos. Por ello, pidió «certezas» sobre los plazos que se manejan. «Llevamos un mes escuchando que es inminente», criticó Del Moral, quien recordó que este desvío solo será para turismos y con semáforos, puesto que la alternativa no permite que dos coches se crucen en el mismo punto.
Publicidad
Al respecto, Iglesias ha contestado que el vial abrirá «en poco tiempo, tan pronto como se pueda garantizar la seguridad de la circulación», y matizó que estas obras son competencia del Gobierno central, que además dispondrá 1,2 millones de euros para construir un puente (el que destruyó el agua sobre la N-523) que permitirá recuperar «íntegramente» la circulación. La consejera de la Junta reprochó al diputado del PP que no le pregunte por las actuaciones en carreteras de su competencia, en las que la Junta ha invertido 600.000 euros en reparar los daños causados por las lluvias de diciembre.
Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.