Encarni Hinojosa y María Díaz
Viernes, 20 de septiembre 2024
La fiebre del Valle del Nilo Occidental (FNO) es una enfermedad provocada por el virus del Nilo Occidental (VNO). Éste es del género 'Flavivirus' –el mismo tipo de virus que el que provoca enfermedades como la fiebre amarilla, el dengue o el zika– y pertenece a la familia 'Flaviviridae' –los que se propagan especialmente por artrópodos (garrapatas y mosquitos)–.
El virus fue identificado por primera vez en 1937 en Uganda, al este de África. Y tras 35 años de ausencia durante la segunda mitad del siglo XX, reapareció en Nueva York (EEUU) en 1999 y en la región de Camarga (Francia) en el 2000.
Es una zoonosis, una enfermedad infecciosa de animales a humanos. Pero el virus no tiene su origen en los mosquitos, sino en las aves silvestres y domésticas, que son las que sirven de huésped. Los mosquitos propagan la enfermedad, tomando el virus al picar a las aves enfermas y transmitiéndolo, también a través de la picadura, a otras aves y, accesoriamente, a los équidos (caballos, sobre todo) y a los seres humanos.
Tanto las personas como los équidos son huéspedes finales, es decir, aunque estén infectados no transmiten la enfermedad, ni siquiera a los mosquitos no enfermos. El periodo de incubación de la enfermedad puede llegar hasta las dos semanas.
La mayor parte de las infecciones por el virus del Nilo Occidental son asintomáticas. Sobre todo en el caso de las aves. En el caso de los equinos y los humanos, los síntomas suelen ser leves, aunque pueden desencadenar en encefalitis o meningitis que, incluso, provoquen la muerte.
Para prevenir el contagio de la enfermedad, el Servicio Extremeño de Salud recomienda adoptar algunas medidas a la ciudadanía como el buen mantenimiento de piscinas o estanques y dejar tapado cualquier recipiente con agua que se encuentre en el exterior. Además, existen unas recomendaciones generales para prevenir la transmisión del virus.
Se han detectado 24 casos positivos del virus del Nilo en Extremadura. Actualmente hay seis ingresados, de los cuales dos se encuentran en la UCI de Cáceres. Además, el virus se ha cobrado la vida de un hombre de 83 años perteneciente al área de salud de Don Benito-Villanueva. Los afectados registran edades comprendidas entre los 26 y los 90 años.
La época del año con mayor influencia de esta enfermedad es en la que, precisamente, nos encontramos. Desde finales de agosto hasta el término de septiembre, los mosquitos transportan mayores cantidades del virus. La llegada del frío provoca la muerte de los mosquitos y, por lo tanto, evita la propagación de la fiebre del Nilo Occidental.
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