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«Para HOY no hay historia pequeña si la protagoniza un extremeño»

«Para HOY no hay historia pequeña si la protagoniza un extremeño»

Manuela Martín resalta la importancia de la información de cercanía, así como la labor de los periodistas que han trabajado para este periódico en sus casi 87 años de andadura

Manuela Martín

Badajoz

Lunes, 18 de noviembre 2019, 07:39

Buenas noches, señoras y señores, autoridades, amigos. Gracias por acompañarnos esta noche. Gracias también a Iberdrola, patrocinador de Extremeños de HOY y a la Junta de Extremadura, como colaboradora en esta edición. Y gracias a Mérida por acogernos.

Yo soy de pueblo. No de un pueblo tan pequeño como Pescueza, pero casi. Tuve la suerte de criarme en un pueblo y en una época en la que los padres estaban menos asustados que ahora por las responsabilidades de la crianza y los niños crecíamos felices y un poco asalvajados porque nos dejaban explorar a nuestro aire el mundo que teníamos alrededor.

Pero los pueblos están en peligro. La emigración hace que los pueblos encojan. Y con ello se nos encoge a todos un poquito el corazón. Y con el corazón un poco encogido los periodistas de HOY hemos dado un premio que es inédito. Hemos premiado a todo un pueblo.

La Redacción de HOY ha premiado a Pescueza porque vimos en su programa de apoyo a los mayores una idea brillante. Ese 'quédate con nosotros' dirigido a los ancianos nos pareció el gesto más solidario que se puede tener con quienes han levantado a pulso a sus familias y a su país. Ellos empeñaron todo su amor y su trabajo en que nosotros tuviéramos una vida mejor que la que le tocó a su generación. Y lo lograron en la mayoría de los casos.

Lo menos que podemos hacer los más jóvenes, y no tan jóvenes como yo, es decirles a nuestros padres y abuelos que se queden con nosotros. Que les cuidamos, que les devolvemos una pequeña parte del mimo con que ellos nos criaron.

Cuando uno tiene veinte años no lo se lo cree, pero es cierto: todos seremos viejos algún día y todos querremos que nos cuiden como cuida Pescueza a sus mayores. Ojalá Pescueza sirva de ejemplo y haya muchas 'Pescuezas' por toda Extremadura y por toda España. Sería la demostración de que esa solidaridad intergeneracional de la que tanto se habla funciona. La prueba también de que la despoblación nos preocupa de verdad.

Y si todo el pueblo de Pescueza se merece un premio, no menos merecido es el que vamos a entregar a Manuel Vázquez. Es el reconocimiento a alguien que ha levantado de la nada una empresa que trabaja en 41 países. Con lo que eso cuesta en Extremadura. Todos los empresarios que están en este palacio de congresos de Mérida lo pueden certificar.

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Extremadura no es una tierra en la que abrir una empresa y, sobre todo, hacer que crezca y se mantenga durante décadas, sea fácil. Nunca lo es. Manuel Vázquez lo ha conseguido y es acreedor del reconocimiento de todos. Por crear empleo y riqueza en Extremadura. Empresas como el grupo Conesa son claves para que nuestros pueblos no se mueran. Para que la gente se quede porque tiene un medio digno de ganarse la vida. Cultivando tomate, por ejemplo, para que después Conesa lo transforme y se lo venda a medio mundo. Empresarios como Manuel Vázquez son necesarios para que esta región sea un proyecto de futuro, no solo una tierra que alberga un pasado glorioso y un patrimonio histórico y natural espectacular.

Carolina Yuste, nuestra jovencísima premiada, representa también un ejemplo de esfuerzo y tesón. No es fácil abrirse camino en el mundo del cine. Y menos partiendo de una región en la que no hay una potente industria que acoja a quienes tienen vocación artística.

Carolina ha recibido ya un premio Goya y eso significa que está tocando el cielo en su profesión. La encina cúbica que le entregamos los redactores de HOY es para que, cuando conquiste el mundo, recuerde que su raíces, su familia, sus amigos, la gente que más le quiere, está en Extremadura.

En esta sociedad global, en la que el planeta se ha hecho tan pequeño gracias a la tecnología, es más necesario que nunca conocer y mantener nuestras raíces.

Es cierto que estamos permanentemente conectados con todo el mundo, pero quizá por ello es vital evitar el desarraigo y la confusión que esa globalización nos produce.

Hoy podemos estar informados de todo lo importante que pasa por el mundo. Conocemos en tiempo real las protestas políticas de Hong Kong, de Bolivia, de Chile, que están a miles de kilómetros de nosotros. Y es mágica esa posibilidad.

Pero de nada nos sirve tener al alcance de nuestros dedos conectarnos con las antípodas si estamos desconectados de nuestro entorno. En el diario HOY trabajamos todos los días para que eso no ocurra, para que los extremeños tengan en su mano, en papel, en el ordenador o en el teléfono móvil, una herramienta de comunicación. HOY, en sus ediciones de Cáceres y Badajoz, Hoy.es en Internet y la treintena de hiperlocales que atienden a la actualidad de nuestros pueblos, son el fiel reflejo de lo que ocurre en nuestra tierra.

Este periódico es sobre todo un instrumento para crear comunidad, la nuestra, la extremeña, Sin pecar de vanidad creo que puedo decir que Extremadura no se entendería sin el quehacer de este diario, de las decenas de trabajadores, muchos de ellos periodistas, que han pasado por HOY desde 1933 hasta hoy. La mayoría de los periodistas cuando deciden estudiar esta carrera aspiran a ser o corresponsales de guerra, o corresponsales políticos en Washington. Sentir la adrenalina que produce hacer un directo con el sonido de una metralleta de fondo. O contar al mundo lo que pasa en las tripas del poder, con mayúsculas, en la Casa Blanca.

Y no digo yo que esté mal esa aspiración, pero con los años una se da cuenta de que el periodismo es eso, sí, pero es mucho más que informar de la enésima ocurrencia de Donald Trump o de la última derrota del Estado Islámico en Siria. El periodismo es también informar de lo que pasa en nuestro entorno, a cien metros de nuestra casa y, sobre todo, por qué pasa. Y eso se puede hacer en Pekín y en Mérida; en Moscú o en Trujillo. O en Pescueza, donde no tenemos corresponsal, pero de esta noche no puede pasar que fichemos uno.

El diario HOY va a cumplir 87 años. Nació en tiempos convulsos, en plena II República, para informar a los extremeños de lo que ocurría en el mundo y en Extremadura. Con los años, HOY ha acentuado si cabe este último objetivo reforzando su vocación regional y local. Su vocación, como decía antes, de hacer comunidad.

En HOY contamos con una valiosa Redacción y con la mejor red de corresponsales y colaboradores de toda Extremadura. Esa es una de nuestras fortalezas. Y no es una presunción de directora. No es decir por decir que los periodistas de HOY, los corresponsales de HOY, los columnistas de HOY, son mejores que los de nadie. Es que sinceramente creo que lo son.

Yo me siento orgullosa de todos y cada uno de nuestros periodistas de Redacción Central que estos días han elaborado una información electoral impecable; conozco la solvencia de todos y cada uno de los redactores que día a día cuentan lo que pasa en Mérida, en Badajoz, en Cáceres, en Plasencia… Y respondo por los corresponsales de pueblo que llaman a diario y se pelean porque en el mismo periódico en que contamos el enésimo capítulo del Brexit o que el extremeño Javier Cercas ha ganado el Planeta salga la noticia de su pueblo.

Les voy a contar por qué siento ese orgullo. Este año 2019 han fallecido Juan Ignacio Márquez y Antonio Ortiz. El primero era corresponsal en Fregenal de la Sierra. El segundo en Villafranca de los Barros. Yo trabajé con ellos porque durante años edité información de municipios. Sentí especialmente su muerte, en ambos casos prematura.

Pero me sentí también orgullosa de ellos y del periódico porque los dos, que pasaron semanas en el hospital, no dejaron de mandar informaciones hasta el último día. Así de inmenso era su compromiso con los vecinos de sus pueblos a través de HOY.

Nadie les podría decir que eran menos periodistas que el corresponsal más famoso. Aunque nunca dieran una exclusiva mundial ni hablasen de Trump ni del último conflicto en el tablero internacional. Informaban sobre sus pueblos y cumplían la función que debemos cumplir todos los periodistas: ayudar a mejorar la sociedad en la que vivimos contando lo que pasa alrededor, lo bueno y lo malo. Sin renunciar nunca al sentido crítico y a la ética de la verdad que debe guiar a quien desempeña el oficio de periodista.

En HOY informamos semana a semana de los avatares que sufren las obras del tren, nuestro eterno tren, y del éxito del Festival de Teatro de Mérida; del premio Princesa de Girona a las científicas extremeñas Guadalupe Sabio y María Escudero. Del adiós de José Manuel Calderón a la NBA, la élite del baloncesto mundial.

Esta mañana acabamos de dar una noticia realmente importante: el emeritense Juan Antonio Guerrero, nuevo responsable de las finanzas del Vaticano. Un extremeño con una importante tarea en el corazón de Roma.

Informamos con igual compromiso cuando llevamos a nuestras páginas a personas que no son famosas, pero que sí hacen un trabajo valioso, que merece ser conocido. Hace unos días contamos la ilusión de Celia Lucas García, madre de tres hijos, que cuando se quedó en paro descubrió su vocación de repostera y, con mucho trabajo y mucha constancia, se ha clasificado para la final internacional del concurso Cuchara de Oro.

Ayer publicamos un reportaje sobre el Lobón, un club de la Primera extremeña, un modesto entre los modestos, que viajó a Melilla soñando con clasificarse para seguir en la Copa del Rey. No lo logró pero nos tuvo a todos detrás.

Y es que para HOY no hay historia pequeña, no hay historia que no merezca contarse si en ella participa un extremeño. Porque somos cada uno de esos protagonistas, somos comunidad, somos extremeños de todos los días, todos los días del año. Y por muchos años.

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