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«Cuando vengo a Extremadura se me pega mucho el acento»

«Cuando vengo a Extremadura se me pega mucho el acento»

Extremeños de HOY ·

El cocinero Quique Dacosta, Extremeño de HOY 2022, empezó fregando cazuelas y, cuando se dio cuenta, tenía una pasión tan grande por la gastronomía, que hoy es uno de los mejores cocineros del mundo

Viernes, 8 de julio 2022

Quique Dacosta llegó a la 34 edición de Extremeños de HOY con su característica e impoluta camisa blanca y se marchó igual de impecable, pero con el cariño del respetable extremeño y una encina cúbica en las manos, la cual se codeará en su vitrina con estrellas Michelin, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y numerosos reconocimientos más.

–¿Qué sintió al conocer que alimentaría con su nombre la lista de los Extremeños de HOY?

–Detrás de un reconocimiento está la confianza de esa institución, que cree que tú representas los valores que ellos también tienen por bandera, y muchísimo cariño. Así que estoy muy satisfecho. Aunque mi oficio se desarrolla en Denia, hay una cosa que es evidente, y es que nací en Extremadura y parte de mi vida la he vivido aquí. Tengo amigos íntimos y familia muy enraizada que no me permiten –ni quiero– que esos lazos se deshagan.

–¿Viene mucho a Extremadura?

–Sí, aunque menos de lo que me gustaría, por las circunstancias del trabajo, covid, compromisos... Pero sí vengo mucho, me gusta. Pasar un día en Extremadura con mi familia y amigos es como si estuviera de vacaciones, porque me impregno de su esencia. De hecho, se me pega hasta el acento.

–¿Qué come cuando está aquí?

–Lo primero, hablo con mamá Mari, mi abuela, y le pido patatas revolconas y pimientos charrascones. Esto es la base de cuando vengo de visita exprés, quizás también algún gazpacho. Además, siempre aprovecho y como en dos lugares a los que no puedo faltar: El Labrador, el restaurante de Luismi Burcio, el padrino de mi hija, y Atrio.

–¿Le gustaría algún día tener un proyecto gastronómico aquí?

–Siempre uno sueña con un proyecto aquí, pero no es algo que se vaya a materializar a corto plazo, ya que ahora mismo no tengo ningún proyecto de apertura en mi cabeza.

–¿Por qué cuenta que a usted le eligió la cocina y no fue al revés?

–Porque no tenía vocación. Yo, un día antes de meterme en la cocina, jamás hubiera imaginado que iba a ser cocinero. Pedí trabajo y me vi fregando cazuelas, luego, de repente, estaba dentro de una cocina para ganarme la vida. Cuando me quise dar cuenta, ya tenía un cuchillo y una sartén. Desde ese momento, la cocina me fue dando energía y sentí que me había elegido ella a mí.

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