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Archivo
Miércoles, 18 de noviembre 2015
Loriga (derecha) y Gallarza (izquierda) momentos antes del despegue en Rangún donde habían llegado procedentes de Calcuta el 21 de abril de 1926. El combustible del viaje lo suministraba por tierra la empresa Shell que, de esa manera, colaboró en el vuelo que consideró muy importante para la comunicación aérea entre Europa y Asia y quiso que los pilotos se fotografiasen con los bidones.
Aterrizaje en el campamento Nichols en Manila
Loriga (en el centro) en unas de las paradas antes de llegar a Manila.
Los tres pilotos que participaron el en viaje a Manila.
Loriga (centro) recibiendo el homenaje del pueblo de Manila a los aviadores y mecánicos. Museo Archivo Municipal Ramón Mª Aller (Lalín). A lo largo de trece días en Filipinas recibieron decenas de homenajes en los que participaron miles y miles de personas en cada uno de ellos.
Antípolo (Filipinas), Fiesta-Homenaje en el Smiles Club. 1926-05-23. Museo Archivo Municipal Ramón Mª Aller (Lalín).
del diario ABC en 1926 que (como otros muchos periódicos) siguió el itinerario de viaje día a día. No es de mucha calidad pero es expresivo: 17000 kilómetros, 33 días a una media de 153 km/hora.
Los tres pilotos y los tres mecánicos del Vuelo Madrid-Manila, retratados en caricaturas de Fresno.
LLegada a Trípoli con los aviadores italianos, en 1926.
Llegada del avión a Manila
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