Jersón, la ciudad de los rostros sombríos

Personas evacuadas de la región de Jersón llegan al centro de alojamiento temporal en Dzhankoi, Crimea, el 14 de noviembre. Según el comandante del Grupo Conjunto de Fuerzas en la zona de la llamada «Operación Militar Especial», Sergéi Surovikin, más de 115.000 personas fueron evacuadas de la orilla derecha del río Dnipro. EFE La principal ciudad portuaria del Mar Negro es un desastre mientras una anciana ucraniana limpia su casa dañada por la artillería rusa el pasado 7 de noviembre, antes de que el municipio fuese liberado. La mayoría de los residentes de la ciudad huyeron. Las oficinas gubernamentales fueron desalojadas. Los bancos estaban cerrados. Incluso los funcionarios instalados por Moscú fueron evacuados. Daniel Ceng Shou-Yi / EUROPA PRESS Eva sonríe tras una puerta dañada por la metralla durante los ataques militares rusos en el pueblo de Osokorivka, en la región de Jersón, 9 de noviembre de 2022. VALENTYN OGIRENKO / REUTERS Los civiles evacuados de la parte de la región ucraniana de Jersón controlada por Rusia se sientan dentro de un autobús mientras llegan a una estación de tren local en la ciudad de Dzhankoi, Crimea 10 de noviembre de 2022. ALEXEY PAVLISHAK / REUTERS 11 de noviembre de 2022, Mykolaiv, Ucrania, próxima a la ciudad de Jersón. Un hombre toma fotos de un edificio residencial de 5 plantas que fue alcanzado por un misil ruso S-300. DANIEL CENG SHOU-YI / EUROPA PRESS Vadym Slobodianiuk, de 48 años, se emociona mientras habla de la muerte de sus padres durante la ocupación rusa en la aldea de Blahodatne, en la región de Jersón, retomada por las Fuerzas Armadas de Ucrania el pasado 10 de noviembre, en medio de la invasión rusa de Ucrania, 11 de noviembre de 2022. VALENTYN OGIRENKO / REUTERS Viktor Galak (derecha), de 44 años, posa con su esposa Svitlana (izquierda), de 43 años, y su hija Anna (centro), de 10 años, en el pueblo liberado de Pravdyne, en la región de Jersón, el 12 de noviembre de 2022. La población local reaccionó con júbilo a la liberación de Jersón tras ocho meses de ocupación rusa. AFP Una residente local monta su bicicleta después de recibir ayuda humanitaria en el pueblo liberado de Pravdyne, región de Jersón, el 12 de noviembre de 2022, en medio de la invasión rusa de Ucrania. AFP Los residentes locales celebran en el centro de Jersón la retirada de las tropas rusas, el 12 de noviembre de 2022. LESKO KROMPLITZ / REUTERS Esta captura de pantalla de un vídeo facilitado por la 28ª brigada mecanizada de las Fuerzas Armadas ucranianas el 12 de noviembre de 2022 muestra a los habitantes de la ciudad de Jersón, en el sur de Ucrania, bailando alrededor de una hoguera y cantando 'Chervona Kalyna', una canción patriótica ucraniana, mientras celebran la entrada de las Fuerzas Armadas de su país en la ciudad tras la retirada rusa. AFP Una mujer besa a un soldado ucraniano mientras los residentes locales se reúnen para celebrar la liberación de Jersón, el 13 de noviembre de 2022, en medio de la invasión rusa de Ucrania. AFP Un residente local ondea una bandera ucraniana en un antiguo puesto de control ruso a la entrada de Kherson mientras los residentes locales celebran la liberación de la ciudad, el 13 de noviembre de 2022. AFP Una niña abraza a un soldado ucraniano mientras los residentes locales celebran la liberación de su ciudad en Kherson, el 13 de noviembre de 2022. AFP Soldados ucranianos sacan un coche de un cráter en la carretera en la región de Kherson el 13 de noviembre de 2022. AFP Esta fotografía tomada el 14 de noviembre de 2022 muestra un cielo matutino sobre la carretera entre las recién liberadas Kherson y Mykolaiv en Ucrania. BULENT KILIC / AFP Unas personas cargan sus teléfonos con un generador en la ciudad reconquistada de Kherson, Ucrania, el 14 de noviembre de 2022. OLEG PETRASYUK / EFE Una mujer coge agua del río Dnipro para usarla en la limpieza, en Kherson, el 14 de noviembre de 2022. BULENT KILIC / AFP Los habitantes de Kherson sacan agua en la ciudad recientemente recapturada, el 14 de noviembre de 2022. ANATOLII STEPANOV / AFP Un hombre pesca mientras la gente disfruta de un día soleado junto al río Dnipro en la recién liberada Jersón, el 14 de noviembre de 2022. BULENT KILIC / AFP La gente se reúne en un lugar alto mientras trata de recibir una menor señal de roaming móvil rusa que llega desde el otro lado del río Dnipro en la recién liberada Jersón, el 14 de noviembre de 2022. BULENT KILIC / AFP Una mujer evacuada de la región de Jersón hacia territorio bajo control ruso recibe su ración de comida después de llegar a un centro de alojamiento temporal en Dzhankoi, Crimea, 14 de noviembre de 2022. EFE Personas evacuadas de la región de Jersón llegan a la estación de tren desde el centro de alojamiento temporal en Dzhankoi, Crimea, 14 de noviembre de 2022. EFE Personas evacuadas de la región de Jersón llegan al centro de alojamiento temporal en Dzhankoi, Crimea, 14 de noviembre de 2022. EFE Un hombre bebe su café con un cartel publicitario ruso al fondo que reza 'Los rusos y los ucranianos son un pueblo, un todo', mientras la gente vuelve a su vida cotidiana en la recién liberada Jersón el 14 de noviembre de 2022 BULENT KILIC / AFP Una mujer y dos niños envueltos en banderas ucranianas posan para una fotografía selfi en la recién reconquistada ciudad de Jersón el 14 de noviembre de 2022. OLEKSANDR GIMANOV / AFP Un hombre recoge madera para usarla en su casa en la recién liberada Jersón. BULENT KILIC / AFP Un hombre retira una pancarta colocada durante la ocupación rusa con el lema 'Rusos y ucranianos son un pueblo, un todo' en la recién liberada Jersón, el 14 de noviembre de 2022. BULENT KILIC / AFP Personas reciben ayuda humanitaria en la plaza central de Jersón, Ucrania, el 15 de noviembre de 2022. Tras visitar la ciudad el 14 de noviembre, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo en un discurso pronunciado ese mismo día que todas las infraestructuras críticas de la ciudad habían sido destruidas durante los ocho meses de ocupación rusa. OLEG PETRASYUK / EFE

Jersón, la ciudad de los rostros sombríos

Cientos de vecinos tratan de sobrevivir en la ciudad asolada durante ocho meses mientras las autoridades encuentran tres cámaras de tortura y los primeros enterramientos clandestinos