La suerte a Extremadura ha venido desde Punta Umbría. Como muchos otros extremeños, Borja Martín y Cristina Hernández estuvieron allí de vacaciones este verano. Él tiene 25 años y ella, 24. Compraron siete décimos de la lejana, en aquel mes de agosto, Lotería de Navidad. En ese momento no sabían que en sus maletas llevaban de vuelta a casa 2,8 millones de euros.
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Tres de los décimos que compraron se quedaron en Jaraíz de la Vera, la localidad en la que residen. Esta joven pareja se quedó con uno y regaló los dos restantes a los padres de él y a un amigo. Los otros cuatro décimos viajaron hasta Madrid, donde vive la familia de Cristina. «Uno para sus padres, otro para su abuela y uno para cada una de sus tías», concluía Borja el reparto que hicieron.
Hoy han comprobado que ha repartido el premio Gordo de la Lotería de Navidad entre sus familiares y amigos. «Es una alegría inmensa», decía Borja sin poder ocultar su felicidad a través del teléfono. Por ahora no tienen claro a que van a destinar el dinero. «Nos vamos a quitar la hipoteca, pero no nos ha dado tiempo a pensar qué hacer con el resto», aseguraba este joven, que trabaja en la construcción.
Lo que sí han hecho ha sido ir a comer con sus padres para celebrarlo. Cristina, empleada de la Casa de las Carcasas, estaba trabajando al recibir la noticia. Se ha unido rápidamente a la celebración. «Su jefe, Ismael, le ha dicho que se fuera en cuanto lo ha sabido», agradecía Borja.
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