Joaquín y Sergio, padre e hijo, y responsables de la administración 4. PAKOPÍ
Lotería de Navidad

El centro de Badajoz pellizca un cuarto de millón de euros de un cuarto y un quinto

La administración número 4, en Francisco Pizarro, vendió 50 décimos del 24392 y la 10, en la calle Guardia Civil, distribuyó 10 números del 25296

Jueves, 22 de diciembre 2022, 17:56

Se hizo esperar pero el centro de Badajoz vibró con el sorteo de la Lotería de Navidad. Dos pellizcos dejaron un cuarto de millón de euros de dos premios distintos, un cuarto y un quinto, en dos administraciones.

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La emoción, eso sí, ha tardado en llegar a Badajoz. La mañana de niebla se hizo larga y aburrida hasta que a las 12.11 horas toco cambió. El 24492 salió del bombo y se convirtió en un quinto premio de 2022 con 6.000 euros al décimo. Había más de 400 décimos en la capital pacense, así que la niebla dejó de importar.

La mayor parte de los décimos se vendieron en una administración de San Roque, pero medio centenar se dispensaron en pleno centro, en la calle Francisco Pizarro. Cuando acababa de correr

Joaquín García se ocupó de la administración número 4 de Badajoz hace 43 años. Desde hace 40 vende el número 24492. De hecho, hay clientes que están abonados a este número cada semana. «Hazte una idea, es gente fija de ese número. Cuando le toca una pedrea se ponen contentos. Imagínate que a cada uno le ha tocado 6.000 euros», decía ayer muy ilusionado este lotero.

Clientes habituales

Aunque no reveló sus nombres, por discreción, Joaquín conoce a muchos de los premiados, porque son clientes de siempre. Detalló que se trata, en muchos casos, de personas mayores que viven por el Casco Antiguo. «Tengo ganas de verlos y darles un gran abrazo».

Parte de los décimos del 24492 que vendieron en este establecimiento, eso sí, se fueron de la ciudad. La hija del propietario vive en Canarias y se llevó parte de este número para venderlo en las islas a conocidos.

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El de ayer fue el primer premio de Navidad que dio esta administración pacense que sí ha repartido dinero en otros sorteos, como los del jueves o la Primitiva. Joaquín trabaja en la administración con su hijo Sergio que no olvidará jamás el quinto premio de esta Navidad porque lo trajo Martín, su segundo hijo, que nacerá dentro de 10 días.

Padre e hijo, visiblemente emocionados, indicaron que el de ayer era un día especial «por repartir la ilusión a la gente que lleva muchos años jugando».

«Y gente que lo necesita. Me acaba de comentar mi madre que mi hermano, que se llevó de este número a Gran Canaria y se lo ha vendido a sus mejores amigos. Así que imagínate, repartidito».

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Pasadas las doce y media de la mañana la alegría se contagió a una calle cercana, Guardia Civil, una transversal de Menacho. Allí está la administración número 10 que heredó de su madre José Miguel Guijarro. Hasta ese momento la mañana de ayer fue dura para este pacense porque, como es normal, todos los clientes que entraban le preguntaban: «¿Ha tocado algo?». «Justo antes de salir el cuarto me lo preguntó a una clienta y le dije: nada, estoy por irme a casa a llorar porque un lotero que da premios es lo peor».

Su frase pesimista caducó solo unos minutos cuando se cantó el 25296 y se dio cuenta de que había vendido 10 décimos de ese número. Es un cuarto premio, por lo que sus clientes recibirán 200.000 euros.

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«Estoy muy contento porque no es fácil vender un premio», dijo José Miguel Guijarro mientras los vecinos y los comerciantes de la zona, ante la presencia de los periodistas, se asomaban para darle la enhorabuena. Luego preguntaban: «¿No será el mío no?». No fue así, los premiados con este cuarto en Badajoz son desconocidos.

Miguel confesó que no tenía «ni idea» de quién pudo comprar los 10 décimos del premio. Cree que los vendió en verano porque tiene la costumbre de sacar a la venta primero, en cuanto llegan, las series sueltas, como esta, de la que solo tenía 10 números. «Se que no ha sido una asociación porque guardo los nombres, pero los billetes pequeños no».

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José Miguel Guijarro celebra el premio en su administración. PAKOPÍ

En el caso de la administración de la calle Guardia Civil no es el primer año que celebra algo especial en Navidad. «Una vez le dimos premio a un barco de Vigo, otra vez a la charcutería y también a los costaleros de Badajoz. No mucho, pero siempre damos algo. Estamos a ver si damos un Gordo gordo pero no hay manera».

José Miguel, y el resto de loteros pacenses, tendrán que esperar un año para ver si finalmente vuelve el Gordo.

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