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ANA B. HERNÁNDEZ
Domingo, 22 de diciembre 2019
Esta vez la suerte no pasó de largo por Plasencia. La administración número 4, la de la calle del Sol, ha vuelto a poner de manifiesto que está en racha con la venta de 15 series (150 décimos) de un quinto premio, el número 74770, que ha repartido 900.000 euros (6.000 euros por décimo) en la ciudad, más allá de pedreas y reintegros que aumentarán la cantidad final que la lotería de Navidad deje en Plasencia.
«Estoy muy contenta, con muchísima ilusión, porque nunca me había tocado un premio como este», dijo ayer María del Mar Garrido. Ella es una de las afortunadas, una de los treinta trabajadores del Servicio Extremeño Público de Empleo (Sexpe) que llevaba el número. «Por eso ha sido un premio muy repartido, porque muchos jugábamos un número que, además, hemos compartido con familiares y amigos».
Han sido 80 los décimos que se han quedado los trabajadores del Sexpe. «El resto hasta los 150 los he vendido en ventanilla, el último décimo sobre las 19.30 horas del sábado», declaró ayer muy satisfecho el propietario de la administración, Antonio Merino, quien celebró con algunos de los agraciados y también con su familia el haber dado el premio, otro más de una lista que ratifica que la administración de la calle del Sol está en racha «y abonada a estos meses del año».
Porque en 2017 dio un segundo premio del sorteo de El Niño, el año pasado un millón de euros con el Euromillones, hace apenas un mes otros 131.000 euros con este juego y ahora un quinto premio. La racha, asegura Antonio Merino, comenzó en 2004, «cuando dimos un segundo premio de este sorteo, el de Navidad». Poco antes «habíamos colocado un pequeño cuadro en el despacho con San Cono, el santo de la lotería». Por eso, dice Antonio, «no sabemos si tendrá algo que ver o no, pero lo cierto es que estamos dando muchos premios y que los clientes pasan el décimo por el santo cada vez que compran y hacen el ritual, con la oración incluida, que tenemos encima del santo, también como un cuadro».
Los propietarios de la administración, Antonio y su mujer Margarita, quien da nombre al despacho, han tenido que imprimir, e incluso plastificar, el ritual con la oración a San Cono, porque cada vez son más las personas que llegan en busca del texto, que acaba con «San Cono, haz que la suerte me beneficie, que los misteriosos hilos del azar se tejan para mi bien».
Quizás por eso Antonio haya tenido que pedir lotería hasta en tres ocasiones antes de este sorteo, «porque nos habíamos quedado sin nada, se nos agotaba». Por eso, «no sé si ha sido o no por San Cono, pero hemos vuelto a brindar por otro premio; el santo se queda aquí».
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