«La gente se pregunta que quién es Monago para querer vender la casa»

Un nuevo colectivo ciudadano ha surgido en Mérida en los últimos días. Ha sido a raíz del anuncio del presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, sobre sus intenciones de poner a la venta el edificio que hasta hace pocos años acogía la casa del presidente del ejecutivo extremeño. Pablo Simón, presidente de la asociación de vecinos de María Auxiliadora y de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la ciudad se erige también como portavoz del colectivo No se vende. Desde esta plataforma, él y los que la conforman, partidos políticos, sindicatos, y otras agrupaciones, muestran su rechazo a la venta del inmueble situado en la Avenida José Fernández López.

-En su opinión ¿qué pierde Mérida si esa casa se vende?

-Yo creo que confundimos los términos. Mérida no pierde o gana nada. Pierden los extremeños, pues estamos hablando de una problemática a nivel regional. Esta lucha no es porque el edificio se encuentre en Mérida, sino porque esa casa significa la unión de todos los extremeños a través del presidente que vive ahí. Por eso somos capital autonómica. Si quitamos la sede de la presidencia, esta puede irse e instalarse donde quiera. Entonces, ese es el valor que tenemos. Repito. Mérida no pierde. En todo caso perdería, si se hace una cesión y se queda el Ayuntamiento con esa vivienda, esta administración, que tendría que correr con todos los gastos. Yo creo que, si no somos capaces de mantener lo que tenemos con lo que está cayendo, como para hacernos cargo de esos gastos. Aparte de eso, es que no valoro esa posibilidad. La vivienda seguirá siendo de la Junta de Extremadura y debe ser la vivienda oficial del presidente.

-¿Cree que existe contradicción que por un lado se pide que se reconozca el Estatuto de Capitalidad de Mérida y por otro no hay un edificio que la represente?

-Es incongruente. En el Estatuto de Capitalidad que se está pidiendo, que por cierto se ha archivado y se ha metido en un cajón, también se dice que la presidencia del gobierno está en Mérida. No sé a qué está jugando el PP, pero existe un conflicto a nivel regional y local. Que lo solucionen y que no nos metan en medio a los ciudadanos. El presidente de la junta es un inquilino de esa casa. Dentro de unos años o de unos meses se marchará y la casa debe seguir aquí para el siguiente presidente. La autonomía no se acaba con él. Continúa. Ese es el domicilio oficial del presidente.

-Desde la plataforma también han quedado claro que no queréis tampoco que pase a manos del Ayuntamiento, ¿no?

-No. Ni regalada. Esa es la vivienda oficial del presidente de la junta. No puede ser que pase de cualquier forma al municipio y mañana, si viene otro presidente ¿qué hacemos, le compramos otra vivienda o le permitimos que se vaya a vivir a Herrera del Duque porque es de allí? No. La casa del presidente es la casa del presidente y está en Mérida. No hay más que hablar.

-Usted que habitualmente trata mucho con vecinos, con gente de la calle... qué dicen sobre este tema? ¿Lo entienden como las instituciones o de manera distinta?

-No he encontrado todavía a ningún ciudadano, y mira que hablo con muchos, que le dé la razón a Monago. Ninguno. Se preguntan que quién es Monago para hacer esa locura, para querer vender la casa. A raíz de eso es por lo que se ha creado la plataforma No se vende.

-Si al final Monago se sale con la suya y pone en venta la vivienda ¿qué cree que pasará en Mérida?

-No lo sé. No sé. No te lo puedo decir porque no barajo la posibilidad de que Monago la venda. Ese hombre no puede hacer eso porque todos los ciudadanos les estamos diciendo que no. Y los grupos políticos también le dirán en su día que no.