Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 14 de abril, en Extremadura?
Rodríguez Osuna, el canterano que supo esperar su turno

Rodríguez Osuna, el canterano que supo esperar su turno

Un hombre de partido a la sombra de otros consejeros, llega a la primera línea y será alcalde de Mérida los próximos cuatro años

M. Ángeles Morcillo

Domingo, 14 de junio 2015, 08:57

La noche del pasado 24 de mayo, en la que Antonio Rodríguez Osuna ganó las elecciones municipales en Mérida, fue tan larga como intensa. De hecho, él la vivió como si estuviera montado en una montaña rusa. Tan pronto estaba exultante y radiante de felicidad como preso de un bajón de ánimo. Este estado se agudizó en el momento en el que se llevaba escrutado el 90% de los votos de la capital autonómica y ya se daba al PSOE como claro vencedor de los comicios, con varios concejales de ventaja sobre el PP. En el instante en que sus compañeros de partido le aconsejaron que saliera a atender a los medios de comunicación para dar la primera rueda de prensa como vencedor se le pudo ver bajo estado de shock. Estaba totalmente abrumado por los cientos de simpatizantes que esa noche ocupaban la sede del PSOE en Mérida, la Casa del Pueblo, como se le conoce popularmente en la ciudad. Fue abrazado y besado por ellos mientras recorría a duras penas la distancia entre el despacho donde siguió los resultados electorales y la sala de prensa. Una vez pudo llegar, entre vítores y gritos de ánimos, compareció ante los pocos medios congregados en ese momento.

Lo hizo visiblemente emocionado, con los ojos empañados y más serio de lo que se pudiera esperar en una situación como la que estaba viviendo. Uno de los motivos de que se mostrara más contenido de lo habitual, según cuentan sus más allegados, fue el encuentro que tuvo con su madre, Rosa. A los dos les fue inevitable acordarse esa noche, si cabe más que nunca, de Antonio, su padre, que falleció en 2001.

Costalero y carnavalero

Con la década de los 40 recién estrenada, cumplió años el 6 de marzo, comparte su vida hace 10 con Eva María Fidalgo Aguilar, mujer a la que, según confiesa, admira profundamente. Se casaron el 21 de agosto de 2004. No tienen hijos. Los que los conocen dicen que, en cuanto a los niños, como dice su mujer Eva, «de momento no toca». De todas formas, cada vez que puede, disfruta de los cuatro sobrinos que tiene: Daniela, Hugo, Saúl y Zoe.

Dicen los que tratan diariamente con él que es una persona humilde, cercana y honesta, además de estar dotado de una gran capacidad de trabajo y constancia. De carácter alegre y extrovertido, es amigo de sus amigos. La impaciencia es uno de sus defectos. Siempre quiere resolver todo de manera inmediata, sin darse cuenta de que no siempre es posible. Como ocurrió con el Estatuto de Capitalidad de Mérida. Salió antes que nadie a explicar el acuerdo de todos los partidos en la Asamblea. Y luego tuvo que pedir perdón.

Aprecia mucho, y a medida que cumple años más, la amistad, la lealtad, la constancia y el compromiso. Detesta, hasta sacarle de quicio la arrogancia, la prepotencia, la falsedad y la desigualdad social, y se confiesa un maniático del orden.

Hombre de partido, ha sabido esperar su momento. Se presentó a las primarias para ser candidato cuando sabía que tenía muchas posibilidades. Hombre conciliador, ha sabido atraer a su partido a los socialistas independientes y en su mitin de campaña se vio a dos enemigos como Ángel Calle y Antonio Vélez apoyándole.

Uno de sus mejores planes y con lo que más disfruta es pasar una velada en familia o con amigos. Valora mucho la familia y se siente orgulloso de haber heredado el carácter que le imprimió su padre, Antonio, conocido en Mérida como 'El Rubio', y de los valores que le inculcó sobre la justicia social y la defensa de los derechos sociales. También de las fuertes convicciones religiosas de su madre, Rosa, y de su desinteresada ayuda a los más necesitados.

Está orgulloso de ser hermano y costalero de la Virgen de la Misericordia, en la Cofradía de las Tres Caídas. También se confiesa carnavalero-chirigotero en 'Los Como Tú', además de ser uno de sus letristas. Cada vez que puede, disfruta en el Carnaval de Cádiz cantando en la calle con su chirigota. Irremediablemente del Atlético de Madrid, le gustan los colores rojo y blanco y vestir de manera informal y con ropa cómoda. Como buen aficionado de este equipo intenta ir a ver algún partido al estadio Vicente Calderón al menos una vez al año.

La cerveza le encanta, también el pescado, pero detesta el marisco. Y de verduras y vegetales... nada de nada. Prefiere saborear un buen espeto de sardina en cualquier chiringuito de Fuengirola (Málaga), donde vive parte de su familia y donde pasa algunos días en verano. La lectura, la música y el cine son sus aficiones confesables. Y si tiene que elegir un deporte, sin duda, el baloncesto, al que jugó de joven y que todavía lo hace con sus compañeros de siempre, echando alguna que otra 'pachanga' cuando su agenda se lo permite. Es abonado del Mérida AD desde hace muchos años y dice que está siempre con el club, en las duras y en las maduras.

Si tiene que decantarse por algo de música prefiere escuchar disco y pop de los 70 a los 90. También le gusta el cine, especialmente las películas históricas. Y en lo que se refiere a la lectura, además de libros de ciencia ficción, le gusta tener varios frentes abiertos y leer varios libros al mismo tiempo. Ahora disfruta de la pluma de Lorenzo Silva, con 'Música para feos', y devora las últimas páginas del ensayo de Ludolfo Paramio 'La socialdemocracia maniatada'.

Osuna es diplomado en Educación Física en 1997 por la Facultad de Educación de Badajoz de la Universidad de Extremadura y cursó también un Máster en Administración y Dirección de Empresas. MBA Executive por la Escuela de Negocios ITAE.

Siempre ha estado muy implicado en el activismo sindical juvenil y político y su desarrollo profesional ha sido siempre muy dispar gracias a su esfuerzo personal y al gran apoyo familiar con el que siempre ha contado.

Asesor y jefe de gabinete

Desde joven le ha gustado emprender iniciativas nuevas. Uno de los últimos proyectos en los que se ha embarcado es convertirse en empresario de hostelería, actividad que ha compaginado hasta ahora con su labor de parlamentario socialista en la Asamblea de Extremadura, donde es portavoz de Energía, Medio Ambiente y Deportes.

Antes de estar sentado en el hemiciclo ha desempeñado otras responsabilidades políticas. Fue jefe de gabinete del consejero de Industria José Luis Navarro entre junio de 2007 y el mismo mes de 2011, asesor del vicepresidente de la Junta Ignacio Sánchez Amor desde mayo de 2004 a junio de 2007, además de miembro del comité regional del PSOE.

También conoce perfectamente el funcionamiento del Ayuntamiento de Mérida. Ya fue concejal del PSOE en dos ocasiones. De junio de 1999 a junio de 2003 como miembro de las Comisiones de Turismo, Educación, Festejos y Juventud, y de junio de 2003 a mayo de 2004 como miembro de las Comisiones de Turismo y Educación.

Lo de estar asociado a un sindicato, UGT, también le ha gustado. Ha sido desde director de la 2º Escuela de Formación Sindical Juvenil de UGT Extremadura en Jerte (Cáceres) hasta coordinador del Servicio de Asesoramiento Laboral y Sindical Juvenil.

Osuna se confiesa un enamorado de la política con mayúsculas. Cree en ella como herramienta para transformar y cambiar la sociedad y para mejorarla. También apuesta por la buena gestión de lo público. Pero ello no le lleva a ser dogmático. Es también un firme convencido de que la empresa es fundamental como factor de progreso social.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy Rodríguez Osuna, el canterano que supo esperar su turno