Adif culmina la renovación de la estación de Mérida y la hace más accesible

Las ventanillas donde se despachan los billetes se han colocado ahora donde antes estaba la cafetería, hay una sala de espera con un sillón en el centro, pantallas de información digital actualizada, enchufes para cargar los móviles y cuartos de baños más amplios.

La estación de tren de Mérida también ha cambiado por fuera. Se ha peatonalizado casi toda la explanada frente a la fachada con una docena de bancos y farolas, papeleras y una rampa de acceso desde la calle Cardero que salva mejor el desnivel en dos tramos.

El aparcamiento para los viajeros que se acercan en coche se ha escorado junto al parking, se han pintado cuatro estacionamientos para taxis y otro para vehículos eléctricos. En la calle hay desde hace poco cartelería nueva y marquesinas de información.

La operadora púbica Adif ha invertido en su estación de Mérida más de tres millones de euros. Forma parte de la estrategia de la compañía de renovar las paradas de pasajeros más antiguas de cara a la nueva etapa del ferrocarril que se avecina en la región con trenes más rápidos y la alta velocidad. Por lo que igualmente se esperan más usuarios y un repunte en el volumen de viajeros en la calle Cardero.

El proyecto que ahora ha concluido se gestó hace dos años. El concurso se licitó en 2019 junto a la estación de Badajoz.

La empresa decidió reformar las dos a la vez por algo más de 9,7 millones de euros y con la previsión de tardar once meses en cambiarlas. La unión temporal de empresas que formaron las constructoras Estel y Lantania consiguió el contrato por cerca de 7,2 millones.

En el interior todavía hay algunas zonas acordonadas con carteles de Lantania a falta de poner los muebles o los asientos. Tampoco se han colocado las máquinas expendedoras, pero sí los enchufes y los nuevos paneles informativos.

La estación abre todos los días de siete de la mañana a nueve y media de la noche y mantiene tanto la venta en oficina como en cajeros automáticos, que permite comprar desde la calle las veinticuatro horas.

Otro cambio importante afecta al pasillo bajo las vías para llegar a los andenes dos y tres. Se ha reformado por completo con paneles blancos en las paredes que se iluminan con el paso de los peatones. Se mantiene el ascensor para los que no pueden salvar los dos tramos de escaleras. Los operarios empezaron a trabajar a finales de 2019, pero la crisis sanitaria demoró tanto los plazos que los once meses iniciales han sido casi el doble.

En este tiempo han cambiado parte del proyecto inicial y han tenido que esperar más de lo previsto algunos materiales que han incorporado al nuevo vestíbulo de las taquillas. Lo que más tiempo ha llevado ha sido poner una nueva cubierta a todo el edificio. Desde la compañía explican que se han tenido que rediseñar algunas zonas para adaptarlas a normativas técnicas que se han introducido recientemente. En conjunto, el usuario que coge ahora un tren en Mérida entra en un edificio más accesible, mejor iluminado y donde la espera parece más cómoda que en la antigua estación.