El Ayuntamiento de Mérida plantea otro radar fijo en Felipe VI para reducir los accidentes

El alcalde agradeció la implicación del subinspector por mejorar la función de los agentes. Recordó el balance de actuaciones de 2023 de la Policía Local en Mérida. En esa estadística, explicó, destaca y le preocupa los 46 delitos de tráfico con reclamación al daño patrimonial. Insiste en que son muchos para una ciudad como Mérida. En esos 46 procesos hay alcoholemia y exceso de velocidad en muchos casos. «Este equipo de gobierno está obsesionado por poner los medios para que este tipo de delitos no generen daño a las personas». Por eso no entiende que haya quien critique los controles de alcoholemia o de velocidad que se hacen en las avenidas de Mérida. «No se puede criticar que la Policía Local haga su trabajo. Hay coches que pasan por la avenida Felipe VI a 120 kilómetros por hora». Para reducir el exceso de velocidad en las vías de acceso más transitadas hará la Policía Local más controles y también adelanta el alcalde que habrá otro radar fijo. Ya funciona uno en Reina Sofía, a la altura del desvío para los supermercados.

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Reina Sofía concentra casi un tercio de los siniestros de tráfico que hay en el casco urbano. Tiene una densidad de 12.500 vehículos al día (según la memoria de 2022). Con el radar se ha reducido la velocidad media de los vehículos y los siniestros. Ahora, por lo que explicó este miércoles el alcalde, la idea es extender este modelo a Felipe VI, la doble carril que va desde las Tres Fuentes hasta el Tanatorio para que haya allí menos siniestros.

Defiende también el alcalde que necesita la Policía Local más medios para trabajar en la ciudad. De ahí su intención de agrandar la plantilla. Tienen ahora a ocho agentes en la academia formándose porque han aprobado la oposición, más otros dos que escalarán en promoción interna. La previsión es sumar diez policías más en pocos meses. «Sois un ejemplo para la ciudad», les dijo.

La jueza decana de los juzgados de la ciudad, María Carmen Romero, ha prologado el manual porque tiene una relación muy cercana con los agentes de la ciudad y con el subinspector Miguel Ángel Paredes Porro. Recordó la jueza que los sancionadores tienen que tener en cuenta siempre que parten de la presunción de inocencia. Y en los boletines, informes y sanciones que redactan y emiten los policías cuando certifican los delitos de tráfico no se puede desacreditar ese derecho fundamental.

Advirtió también del trato escrupuloso con el que hay que tratar a los afectados por las actuaciones administrativas. «Si paramos a alguien, hay que darles los buenos días o las buenas tardes. Hay que tratarles de usted. El respeto debe ser bidireccional. Si como autoridad exigimos un respeto, también lo tenemos que tener hacia los demás».

El subinspector Miguel Ángel Paredes Porro, autor del manual de práctica policial, agradeció la colaboración que tienen con la Policía Local de Mérida, los fiscales, los jueces, la Guardia Civil y la Policía Nacional. Dijo que hay un intercambio continuo de material y de asesoramiento técnico porque el objetivo común es defender siempre a las personas más vulnerables afectadas por los delitos imprudentes. «En eso nos dejamos todos la piel».