«El Barrio también fue la periferia de Mérida»

Cuando os vayáis, tengo que llamar a Fomento». Mira el móvil Valeriano Prida y por la hora sabe que es la buena para dar parte de una queja. Al contenedor de basura de la esquina le han roto la palanca de pie para levantar la tapa.

Se fija mucho también en las farolas que se rompen y tiene un listado de los bordillos. Apunta todas las quejas que le pasan los vecinos. Lo lleva haciendo desde 1979, cuando fundó la asociación de vecinos de El Barrio. De las primeras en formarse en la ciudad junto con la de Evelio Gómez en las Abadías. «Hablábamos mucho Evelio y yo sobre quién fue el primero, pero creo que nadie lo sabe».

Dice Valeriano que estos cuarenta y tres años como presidente se le han pasado volando y que se ve con fuerza para seguir. Muchas llamadas ha recibido estos días porque el Ayuntamiento ha decidido ponerle su nombre a la sede de la asociación, un homenaje después de tantas horas allí. El alcalde le dijo que alguien que quiere y se preocupa tanto por su barrio también quiere y se preocupa por la ciudad. «Uno no está aquí obligado, estamos porque queremos y nos gusta ayudar a mejorar nuestro barrio».

Los desvelos se los llevó al principio. En los setenta El Barrio era casi la periferia de Mérida. Había un vertedero incontrolado en lo que hoy es la Isla y algunos ni se bajaban de coche para dejar las bolsas de basura. «Las tiraban por la ventana y tú eso lo veías y te enfadabas mucho. Pero mucho».

También por los continuos cruces por el Guadiana. Algunos vecinos sacaban las barcas para cruzar a los que iban al matadero de El Prado o a bañarse en verano. Luego llegó la ampliación del saneamiento y la expansión de la ciudad por encima de los Eméritos. «El Barrio también fue la periferia de Mérida». La ordenación urbanística posterior les acercó al centro. Ahora no merece la pena coger el coche para ir a la plaza de España.

No esconde su adscripción política porque en su día acompañó en las listas socialistas a Antonio Vélez. «Todo el mundo sabe por donde respiro, pero trato a todos por igual». Dice que es tan combativo con los que están ahora como lo fue con los que estuvieron antes. «He discutido mucho con todos, pero la buena sintonía no la pierdo con nadie».

Sigue al frente en El Barrio porque valora más la satisfacciones y lo conseguido que las desilusiones y fracasos. Gracias a todos esos cambios cree que ahora El Barrio es la zona de Mérida que más se ha rejuvenecido y en la que más casas se reforman. Todavía los precios son asequibles para las familias de renta media y espera que ese atractivo no se pierda. «Estoy muy contento con el trabajo de todos estos años, pero creo que lo que realmente importa es la opinión de mis vecinos. Son ellos los que deben decir si están contentos o descontentos con la asociación que les representa».

Satisfecho también de cómo ha quedado el nuevo parque infantil junto a la sede que ya lleva su nombre. Ahora trata de conseguir que pongan aparatos de gimnasia para mayores en un rincón. Aunque se instalarán una colección en Pancaliente, Valeriano ya ha explicado en el Ayuntamiento que no todos los mayores pueden cruzar a la Isla. Tampoco todos pueden tirar la basura si el contenedor tiene la palanca de pie rota. «Uno siempre tiene algo en la cabeza, eso no va a cambiar a estas alturas».

• Temas
• Mérida