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El público llenó ayer el césped del campo de fútbol. J. M. ROMERO

Camilo como regalo de Primera Comunión

Concierto en Mérida ·

Dani Martín y Camilo convierten el campo de fútbol en una gran fiesta familiar con muchos adolescentes acompañados por sus padres

Antonio Gilgado

Mérida

Jueves, 16 de junio 2022

Este jueves a primera hora todavía se podían comprar algunas entradas sueltas en las webs de venta. Camilo y Dani Martín apenas dejaron huecos libres en el campo de fútbol. Catorce mil previstos por la organización.

El laberinto de vallas en el fondo norte se pobló a las cinco. Pasillo directo a la puerta uno. Allí, pegadas a la barra; Raquel y Sara. De Sevilla y Granada. Las primeras. Con la vista puesta en el esprint de las seis y media. Hora de apertura de puertas. Llegaron a Mérida a las cuatro y media de la mañana y se plantaron en el campo de la Argentina. Querían ver el concierto en primera fila. Y la mejor forma es trasnochar y esperar catorce horas. Cartones de cajas en la cabeza para protegerse del sol tanto tiempo.

A las cuatro de la tarde llegó María José y su hija Andrea. De Don Benito. La madre recogió a la hija en la puerta del colegio y comieron un bocadillo de york queso a destiempo en la cola.

Todavía había aparcamientos en el barrio cuando llegaron. La entrada para ver a Camilo llegó como regalo de sus tíos por la Primera Comunión. No esconde la niña que fue lo que más ilusión le hizo. Aunque en el lote también iba un patinete eléctrico.

Raquel y Sara llegaron a las cuatro y media de la mañana al estadio. J.M. ROMERO

Como María José y Andrea, el evento de este jueves congregó a muchos niños con sus padres. Andrés, por ejemplo, llevó al suyo de once años. Compró la entrada cuando se anunció el concierto. Le preguntó qué regalo de Primera Comunión quería y le pidió ir a ver a Camilo. No es precisamente Andrés un fan de Camilo o de Dani Martín. Pero agradece la elección. Es más barato que ir a Eurodisney. Lo pidieron algunos de sus amigos.

El evento en Mérida es también una fiesta de fin de curso para muchos grupos WhatsApp de clase. Hasta doce respondieron a la propuesta que hizo María Antón cuando lo compartió con el resto de madres entre mensajes de deberes pendientes.

Esperaban protegidas con gorras y botellas de agua a las cinco. Planeaban a la sombra donde ponerse dentro del campo para que los compañeros estuvieran juntos.

María Isabel García vino con su hermana Sara, su tía Isabel y dos amigas de su prima. De Badajoz partieron a las cuatro y aparcaron en Atarazanas. Pensaban que serían las últimas. Se emocionaron al escuchar algunos acordes de la prueba de sonido. Expectantes por el enorme escenario que se veía desde la calle en el fondo sur.

Fue el reencuentro de la familia García con la música en directo desde la pandemia. Pero no todo era Camilo.

Entre los que se acercaron a ver a Dani Martín; José Miguel y Guadalupe. Recordaban el concierto de El canto del loco en el Romero Cuerda de Villanueva por el Santiaguito de 2006. Veintiséis años tenían entonces. Libro de familia de dos recién estrenado. Entraban a los garitos con zapatillas. Ya no van a los garitos. Pero llevan a sus hijos a los conciertos. Ahora, libro de familia de cuatro.

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