Una pasarela que serpentea entre las flores de un jardín conduce a las entrañas de uno de los ejemplos más singulares y bien conservados de aquellas viviendas suburbanas de la época romana que salpicaron el paisaje de Augusta Emerita. La Casa del Anfiteatro se descubre por fin ante el visitante como una nueva experiencia para conocer más a fondo cómo era una de las casas mejor conservadas del mundo romano.
Publicidad
Este viernes se inauguró este nuevo recinto monumental después de 10 años de espera y demasiados contratiempos en el camino.
Ya se puede disfrutar de más de 700 metros cuadrados de verdaderas obras de arte, conformadas por miles de teselas. Mosaicos considerados de una magnífica calidad y que se pueden admirar en toda su extensión gracias a las plataformas que se han instalado por encima de ellos.
El proyecto ha estado condicionado por la cubierta, ejecutada en 2013, y por la estructura de la casa y sus mosaicos. Ambos han marcado el diseño de una pasarela de 396 metros cuadrados que guía la visita.
La Casa del Anfiteatro vuelve a formar parte del circuito turístico del conjunto monumental emeritense gracias a un trabajo que ha durado más de dos años y que ha costado más de 600.000 euros, financiados por el Consorcio de la Ciudad Monumental.
El proyecto, elaborado por la arquitecta María López y la museógrafa del Consorcio, Raquel Nodar, ha contado con la mano de arqueólogos, restauradoras, topógrafos, dibujantes, peones de arqueología y conservadores.
Publicidad
Noticia Relacionada
El triángulo arqueológico de Mérida, con el Teatro y Anfiteatro y el Museo Nacional de Arte Romano se completa con este nuevo recinto que, además de mosaicos, esconde pinturas en un genial estado de conservación.
La Casa del Anfiteatro se sitúa en la zona SE, extramuros de la antigua Augusta Emerita, muy próxima a la muralla, y al este del Anfiteatro. Este recinto incluye un tramo de la muralla, de su foso defensivo, otro de la conducción de Rabo de Buey-San Lázaro, una torre de decantación de agua, restos de dos viviendas romanas y una extensa área funeraria. Destaca el mausoleo en el que se localizó un dintel marmóreo con la representación de los dos ríos emeritenses, Guadiana (Ana) y Albarregas (Barraeca).
Publicidad
Un tesoro monumental en el que disfrutar de una nueva experiencia arqueológica conociendo en el presente la Mérida del pasado.
Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.