Cesta Urbana concentrará la venta online de los pequeños comercios de Mérida

Las tiendas se adhieren por suscripción para que lleguen a los consumidores de Mérida las carnicerías, pescaderías o pequeñas tiendas de la ciudad que estaban hasta ahora fuera el circuito online. También quieren acercarse a los jóvenes y adolescentes, muy habituados a las transacciones en textil, informática pero no en frescos y alimentación local.

Juan Castillo, el impulsor de la Cesta Urbana, explica que quieren generar un ecosistema de comercios de Mérida para que el consumidor compre en las que quiera y reciba todo los que ha adquirido en su casa el mismo día. También se puede programar si les interesa que le envíen los productos frescos en un tramo concreto de la semana. «Hay clientes que quieren seguir comprando en su carnicería, en su panadería y en su frutería, por ejemplo. Pero no tienen tiempo para ir de una a otra. Ahora pueden hacerlo la noche anterior y nosotros se lo llevamos».

La plataforma empezó en Almendralejo ofreciendo el catálogo de ocho comercios y alcanzan ya los 27 sumando también a los Villafranca y Aceuchal. Hacen 400 pedidos al mes. Las previsiones para Mérida es moverse en esos términos: aglutinar a 30 suscriptores y hacer cuatrocientos al mes. El entorno local de Mérida, vaticina, es más propicio para este tipo de servicios porque hay muchas dispersas por los barrios y también clientes que se identifican con este consumo.

Interesa, sobre todo, el perfil de gente que compra entre las ocho y las nueve de la tarde, tras el horario laboral y sin tiempo en ese paréntesis para recorrer varios establecimientos. Asumen también que es un proyecto a largo plazo que irá creciendo según vayan subiendo igualmente las tienda en la plataforma.

«Nosotros le damos todas las herramientas para que se digitalicen. Le hacemos el acompañamiento desde el minuto uno. Le ponemos el negocio online y luego nos encargamos de hacerle el marketing y la publicidad conjunta». Ve necesario unificar la diversidad de la oferta del comercio local en una plataforma digital única que vaya redirigiendo a los consumidores. «En siete u ocho minutos van a poder comprar en cuatro o cinco tiendas distintas».

Los vehículos de reparto de Cesta Urbana están adaptados para recoger los alimentos congelados o que mantengan su cadena de frío. Hacen los recorridos a diario.

La plataforma se mantiene con las suscripciones anuales que paguen los comercios para estar en el catálogo. Y para aglutinar variedad, la cuotas no son lineales. No es lo mismo, explica Juan Castillo, las ventas que puede hacer un supermercado que una pequeña droguería.

El promotor conoce bien el sector porque ha trabajado como comercial de una empresa de alimentación y ha estado en contacto con los empresarios. La plataforma, explica, surgió precisamente de escuchar sus necesidades. «Hay mucha gente que huye de la compra semanal del sábado por la tarde en el supermercado». Cesta Urbana se ha creado en una comunicación paralela entre las propuestas que iban llegando desde las tiendas y las respuestas que daban los desarrolladores. «Hemos creado una forma de uso muy intuitiva, que se rápidamente lo que uno interesa como consumidor».