El deterioro de tres edificios públicos de Mérida

En la manzana que se traza entre la esquina de la calle Almendralejo y la plaza de la Constitución coinciden en pocos metros tres edificios que en su día fueron recintos públicos y que convierten ahora en ruinas con el paso de los años. La fachada del antiguo Museo del Costurero destaca porque ha perdido el enlucido original. Casi alienado con la antigua sede de Correos –también abandonado– y a dos pasos del local de oficinas que ocupó la Seguridad Social en la plaza.

El Costurero se rehabilitó en 2014 como museo municipal y con colecciones fijas. Acogió parte del legado escultórico de Juan de Ávalos. Pero solo recibió público cuatro años.

En 2018 cerró por goteras. Y no se ha vuelto a abrir. La previsión ahora es reconvertirlo en un centro de estudios agrarios. El Ayuntamiento anunció en febrero de 2023 la cesión a la Junta por setenta y cinco años. Justificó la operación porque tenía ya importantes signos de deterioro. Pero no se ha dado un paso más tras el anuncio hace ya más de año y medio.

Al lado se encuentran las oficinas de los antiguos juzgados. En este caso sí parece que la rehabilitación sea inminente porque la Diputación de Badajoz se ha interesado para abrir allí las oficinas de su plan Restaura. Ya ocupó una parte con el OAR y ahora da un paso más para agrandar la estructura administrativa en la ciudad. Los antiguos juzgados, por tanto, sí han entrado en la agenda de las administraciones.

No hay planes, sin embargo, para el Correos de la esquina de la plaza. Se cerró con el traslado a Marquesa de Pinares en 2017. Correos detectó en 2013 tras un visita de los técnicos de la compañía que la primera de las cinco plantas tenía un riesgo de derrumbe porque cedía el suelo. Al parecer hubo fallos en la cimentación sobre la altura a soportar y convenía actuar. En un primer momento se planteó reforzar, pero al final trasladó a su personal a Marquesa de Pinares. El inmueble se encuentra sobre el templo de culto imperial, por lo que es muy probable que las excavaciones arqueológicas desentierren elementos históricos relevantes. Correos y Costurero salen con frecuencia en los plenos municipales. Le suelen preguntar los grupos de la oposición al gobierno local por la evolución tras la cesión a la Junta y por las posibilidades de adquirir el de la empresa pública. Y desde que se fue de la plaza Correos se mantiene el debate sobre las posibilidades que se abrían en la esquina. Se podría rehabilitar como se planteó en un principio y darle otro uso o tirarlo y aprovechar su ubicación para despejar la manzana y que excaven los arqueólogos.

Y en esta misma plaza hay otro inmueble con una trayectoria similar. El edificio entre el Parador y el restaurante fue la sede de la Seguridad Social hasta el traslado de los funcionarios a la esquina de Muza y Adriano en 2017. Ocho años de abandono en una plaza céntrica y con ubicación estratégica. La plaza de la Constitución ganará espacio y peatones cuando se abra el solar de las Concepcionistas. Pero el local lleva ya mucho tiempo vacío.