Los dos nuevos supermercados de Mérida alientan los cursos de comercio

Catalina Alarcón les animó a seguir buscando empleo en el sector porque la instalación de dos nuevos supermercados significa que surgen nuevos yacimientos de empleo en la ciudad a los que pueden optar. «Que no os digan que el comercio de Mérida va mal. Va bien y hay oportunidades de empleo». San Vicente prepara ahora el curriculum de las alumnas para que se presenten a las selecciones.

Agradeció también la implicación de la asociación San Vicente de Paúl, que lleva ya 24 ediciones de esta formación dirigida a mujeres desempleadas de la ciudad.

El curso que se cerró ayer ha durado cuatro meses. Han tenido las participantes 350 horas de teoría y luego han hecho cada una un mes de práctica en empresas locales que colaboran con esta iniciativa año tras año.

Cuenta además San Vicente con un servicio de orientación propio para que las participantes sigan en contacto continuo con empresas colaboradoras. Llevan ya muchos años promoviendo la inserción laboral y ha ido tejiendo una red de colaboradores amplia en Mérida. El servicio de mediación pone en contacto a los empresarios que necesitan personal y a los desempleados que demandan un empleo. Inés Barbado es la profesora. Se ha ecargado de los 23 cursos y animó a las chicas a seguir en contacto con San Vicente para acercarse a las empresas.

Las redes familiares ayudan, dijo, pero también se pueden beneficiar del trabajo del servicio de orientación que hace Gloria Constantino en San Vicente. «Saben que somos muy serios cuando preparamos a la gente y no tenemos problemas para encontrar empresas colaboradoras», explica. En muchos casos las prácticas mensuales sirven también para que los comercios tengan en cuenta a las alumnas para suplir vacantes o vacaciones. Ha habido ediciones de pleno de incorporadas al negocio mentor.

Durante los cuatro meses previos trabajan las habilidades sociales y técnicas de venta. También la empatía. «En la atención al cliente se trabaja mucho la empatía y aprenden a relacionarse con el público. Todo eso les vale luego para su vida privada, para reforzar y aprender de las relaciones cercanas que tienen».

Erica Cardoso es una de las alumnas de la última edición. Tiene 42 años y dice que se apuntó porque el comercio es el sector en el que quiere trabajar. «Tengo claro que lo que me gusta es la atención al público». Ha estado cuatro meses aprendiendo técnicas de comunicación para aplicarlas en la venta minorista. Y sus prácticas fueron en la Floristería Acacia. Guarda una experiencia muy positiva. «He aprendido mucho y me han tratado muy bien». Ya se ve preparada para cualquier comercio de la ciudad. El diploma que le entregaron ayer lo incorporará al curriculum para la selección de personal en los dos supermercados.