Los clásicos toman vida en el Teatro Romano

Es el quinto año que el joven Rubén Aznar participa como actor en el Festival Juvenil de Teatro Grecolatino. Aún siendo de los veteranos, confiesa que todavía se pone nervioso cuando se tiene que enfrentar a la atenta mirada de cientos de estudiantes que abarrotan las gradas del Teatro Romano. Con muchas tablas, interpreta al esclavo Parmenón, uno de los personajes que lleva la trama de 'El Eunuco', la comedia de Terencio.

Los nervios no se van y no puede decidir si le impone más el público o el escenario del Teatro. «Pero el resultado es digno de vivir. Me encanta. Está feo que yo lo diga pero está muy bien la obra. La hemos currado muchísimo durante los últimos meses».

Lo más difícil para él es mantenerse activo en escucha la media hora que dura la función, «mantener el personaje». Lo que más le atrae de las artes clásicas es el hecho de jugar consigo mismo, «olvidarme de quién soy. Probar nuevos roles y nuevas actitudes. En definitiva, transformarme».

Con esta carta de presentación, sobra decir que Rubén tiene muy claro que en un futuro quiere ser actor. De hecho, en junio va a hacer las pruebas de acceso para comenzar a estudiar en Madrid o Sevilla.

Carlota García es otra de las actrices que se subieron este lunes al escenario del Teatro Romano para interpretar la primera obra del Festival de Teatro Grecolatino, que se inauguró ayer y que se prolongará hasta el próximo viernes.

Ella se mete en la piel de Tais, la dueña de un prostíbulo, causante de muchos de los problemas amorosos que tienen los personajes masculinos de la obra. Su fin, según define, es encontrar a su hermana. Por ello, tiene una serie de conflictos consigo misma y con los demás personajes de la trama.

La joven, del taller del Teatro del Instituto Santa Eulalia, grupo que siempre se encarga de inaugurar este festival, define a su personaje como «una mujer muy fuerte, comparable a las feministas que tenemos ahora pero en la Antigua Grecia. Tiene un gran poderío, lo que le ayudará a controlar a todo el mundo y a saber actuar en cada situación».

Confirma que el teatro grecolatino está en plena vigencia. Y que, aunque hay algunas cosas que son diferentes, «otras muchas cosas se pueden llegar a transmitir a través de este teatro».

Jorge García interpreta a Fedria, uno de los dueños de Parmenón. Como su compañero Rubén, este es el último año que va a actuar en una de las obras del Grecolatino, para él el cuarto. Recuerda que desde octubre está ensayando su papel con el guion por delante. Un trabajo duro.

Dice que una de las cosas que más se le ha quedado grabada de estos cuatro años es la presión de los ensayos en los días previos a la función. Pero sobre todo le ha calado hondo la gran sensación de actuar. «Se te olvidan absolutamente todos los nervios y el miedo que da salir delante delante de tantas personas. Todo se olvida cuando llegas ahí y piensas en el texto. Es una sensación impresionante».

Este festival es una cita cultural que ya cumple 23 años y que tiene un gran poder de convocatoria tanto para centros de dentro como fuera de Extremadura. De hecho, según señaló la consejera de Educación, Esther Gutiérrez, de casi 200 centros que participan en este festival, casi la mitad de ellos son de la región. A la inauguración también acudió la consejera de Cultura. Leyre Iglesias resaltó una idea que pervive en este festival desde que nació. El teatro es una gran herramienta educativa.

El alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, el director del Consorcio, Félix Palma o el director del Instituto Santa Eulalia, centro que organiza este festival, también asistieron a las obras que se representaron por la mañana y que la lluvia respetó en su tramo matutino.