¿Qué ha pasado hoy, 12 de febrero, en Extremadura?
El público que visitó el monumento se sentó en las gradas para ver el entreno. J. M. R.
Mérida

Los gladiadores entrenan en el Anfiteatro

En los combates del monumento participaron murmillos, tracios, un reciario y la única gladiadora de Mérida

Antonio Gilgado

Mérida

Domingo, 7 de abril 2024

Todos los martes de ocho a nueve y media por la tarde entrenan en el ludus de Emerita Antiqua del MAM, en la calle Cabo Verde. La gladiatura de Emerita Lvdica está a la vuelta de la esquina –del 20 al 26 de mayo– y ... los gladiadores quisieron probarse en la arena del Anfiteatro.

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Sorprendió el entreno a los visitantes al monumento, que llenaron las gradas en cuanto vieron cómo se protegían los gladiadores para combatir.

Julián Arias participa en el ludus. Explica que tienen un calendario flexible pero continuo. Arrancan en septiembre y hasta noviembre. Luego retoman en enero hasta finales de mayo con el Emerita Lvdica. Paran en verano por el calor. No hacen solo la gladiatura del Anfiteatro de Mérida, sino que van a otras recreaciones romanas de la península de Andalucía o Tarragona. «El entrenamiento es muy físico. Mucho combate y mucho contacto para perder el miedo». En su ludus, recuerda, recrean combates. No hacen teatro. Se dan golpes secos. De ahí las protecciones. Se protegen la cabeza con cascos de acero que pesan cinco kilos y tienen dos centímetros de grosor.

Y luchan siguiendo casi todos los tipos de gladiadores de la época republicana. El murmillo, por ejemplo. Heredero de los combatientes galos. Trabajan mucho con el escudo grande. Se resguardan detrás y se asoma solo para clavar el gladius al rival. Muchos lances se vieron en el Anfiteatro con los murmillos sacando los brazos y arrojándose sobre los rivales. También están los tracio, que representan a los luchadores de este pueblo, que llevan una espada corta y curvada. Hubo numerosos tracios durante la época de la República por los prisioneros de guerra que hicieron los romanos. Asimismo ayer salió a la arena un reciario. Entran en combate los retiarios como si fueran pescadores: con una red lastrada, un tridente y una daga.

Para garantizar el espectáculo, en los combates luchan los más pesados como los murmillos contra los más ligeros como los tracios. Los combates se hacen a tres puntos y gana el que consiga tres golpes en el cuerpo o a rendición.

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La rendición es combatir hasta agotar al otro. «La cultura de la gladiatura se entiende cada vez mejor, Emerita Lvdica ha servido para que la gente se interese y se implique». Explica Arias que cuando participan en otras recreaciones fuera de Extremadura perciben ese mismo interés. «Hay muchos historiadores y aficionados a la cultura romana que estudian, leen o investigan y aportan luego a los recreacionistas para enriquecer los eventos con público». Ese despertar ha hecho que cada vez más ciudades organicen sus gladiaturas. En Mérida, han ido ganando protagonismo con los años. Casi tanto ya como los legionarios. Las entradas para ver los combates se agotan en dos horas.

Y repercute en los ludus. Aficionados al crossfit y a los deportes de fuerza se pasan por sus entrenamientos. «Nosotros estamos abiertos a que todo el que quiera venga. Al principio hay miedo y respeto, pero con la práctica ganas técnica y se pasa el miedo».

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Davinia Germina se prepara para combatir. J. M. romero

El ludus de Mérida lo forman ahora 14 gladiadores. Hace cinco años eran cinco o seis. porque han duplicado tras la pandemia.

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