El sábado vuelve la media maratón. A las siete dará la salida el cañón de los militares en el Paseo de Roma.
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Despierta mucho interés la carrera. Los 2.300 dorsales salieron el 6 de noviembre, con cinco meses sobre la fecha, y se ... agotaron en siete horas. Ahora hay 1.300 interesados en listas de espera y quien revende el suyo en Internet a cincuenta euros. El doble de lo que costó.
Miguel Pizarro es presidente de Atletas Populares de Mérida, el club organizador. «Lo primero es agradecer. Nos sentimos muy arropados. Somos un club pequeño y este año hemos disfrutado cada minuto de la preparación. Y eso es gracias a patrocinadores, instituciones y colaboradores. Han sido todo facilidades». La Policía Local, por ejemplo, se ofrecieron todos voluntarios para estar disponibles el sábado. Y eso da mucha confianza. Sobre todo, después de las cancelaciones como la reciente en Huelva y otras ciudades por falta de agentes disponibles. Cree Miguel Pizarro que el atractivo de la media maratón de Mérida viene por la suma de muchos detalles. En pocas pruebas se agotan los dorsales seis meses antes. «Eso nos da un abanico de posibilidades porque contamos ya con un presupuesto cerrado». También ha cambiado la predisposición de los patrocinadores. Antes buscaban a empresas colaboradoras. Ahora es al revés. Muchas empresas llaman para patrocinar. El Banco Santander sigue siendo el principal y el que más protagonismo tiene, pero hay marcas locales que también se suman.
Hay patrocinadores para las liebres (Japasur), de los voluntarios (Viprés), de los avituallamientos (Supermercados DIA) y el del coche oficial (Maven). Atletas populares sacrificó hace años crecer en participantes para centrarse en el trato a los 2.500 corredores de cupo fijo. Podrían tener muchos más corredores, pero explica Miguel Pizarro que priman la calidad sobre la cantidad. A los que cruzan la meta les pasa luego la organización una encuesta de satisfacción.
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La media de puntuación ha ido creciento paulatinamente. Estaban en 8,9 sobre diez y el año pasado ya consiguieron 9 sobre diez. El objetivo ahora es superar el 9. Aunque las valoraciones, explica Miguel Pizarro, a veces resultan ingrata. Si por ejemplo llueve o hace mucho calor, una variable sobre la que no se puede intervenir, las valoraciones caen.
Y para el sábado las previsiones dan más de 25 grados a la siete de la tarde. Espera la organización que el calor no castigue demasiado. Valoran también que cada vez haya más clubes y grupos de fuera de Extremadura interesados en venir a Mérida.
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De los 2.300 dorsales que se han vendido (200 se reserva la organización para patrocinadores y colaboradores), 685 lo han retirado participantes de fuera de Extremadura. Es un récord absoluto en las dieciocho ediciones. Nunca antes había venido tanta gente de otras comunidades. Habrá corredores de 18 países distintos. Desde Estados Unidos, Argentina o Bolivia a Italia, Francia o Portugal. Agradecen a patrocinadores como Santander o Hyunday, el posicionamiento en el calendario nacional. Con la previsión de ganar cuota nacional, han dado este año un paso más: Han homologado el circuito. El único oficial hasta ahora era Montijo, pero no renovó la organización a los siete años su homologación y Mérida se queda como referencia única. Esto le habilita para acoger en las próximas ediciones el campeonato de Extremadura. Pero la idea es convertirse en sede del campeonato de España. Conseguiría desdoblar la prueba popular inicial en otra oficial y federada.
«A los atletas populares de Mérida nos gusta los retos, y que no quepa duda de que lucharemos para ello». Abel Antón, que viene de la mano del Banco Santander, volverá a ejercer de embajador. Correrá la prueba el sábado y participará en algunos homenajes previos. Entre los homenajeados este año, David Sánchez, el atleta invidente que protagoniza el cartel de la carrera junto a Seni, el compañero del club guía y al que va atado los 21 kilómetros. «Esto no va solo de deporte. Va de solidaridad, de sacar lo mejor de nosotros».
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Y homenaje también para Toni Monje. «Era una persona especial». Por eso quieren que Abel Antón entregue en la salida a su familia un cartel en la que se ve Monje corriendo la primera edición de 2006. Y han decidido también que el kilómetro 18, donde se colocaba en los últimos años en lo alto de la avenida Lusitania, a partir de ahora se llamará Kilómetro Toni Monje.
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