Restauradoras trabajando esteverano en la Casa del Anfiteatro. J. M. Romero

Medusa, la última de una larga lista de mosaicos romanos

El Cosmógonico de la Casa del Mitreo, el de los aurigas del Museo Romano o la casa del Anfiteatro recogen los más relevantes

Antonio Gilgado

Mérida

Lunes, 31 de julio 2023, 21:08

es la última figura visible que deja el pavimento de la colonia romana. El Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida y la Escuela Profesional Barraeca llevan varios años excavando en la Huerta de Otero.

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Una muestra más del amplio abanico de pavimento milenario. Algunos ... están en el Museo Nacional de Arte Romano, otro en la Asamblea de Extremadura y algunos en los propios yacimientos. Pero muchos siguen enterrados en el subsuelo de la ciudad.

Como el último que apareció en Benito Toresano con las obras del gas. Volvió a enterrarse cuando se puso la canalización.

Uno de los que más interés despertó entre los arqueólogos fue el Mosaico Cosmológico, en la Casa del Mitreo. Personifica la concepción del mundo y de las fuerzas de la naturaleza que lo gobiernan, junto con alguna actividad humana. Considerado como uno de los mejores mosaicos de todo el Imperio Romano, fue descubierto en 1966 por el arqueólogo Eugenio García Sandoval. Desde entonces se han repetido los trabajos de conservación para mantener la policromía.

También destacan los que se pueden ver en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. Se conservan varios ejemplares y uno de los más destacados el conocido como 'Mosaico de los Aurigas'. De grandes dimensiones se ve en uno de las paredes del Museo.

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Pueden apreciarse varias figuras femeninas que danzan y tocan unos crótalos, y que posiblemente representasen a las bacantes, las participantes de las fiestas bacanales.

En cada una de las escenas laterales se ha representado un auriga victorioso conduciendo una cuadriga. Ambos visten el típico corselete con bridas sujetas a la cintura y portan la palma del triunfo y la fusta en alto en señal de victoria. Las dos figuras están identificadas como Marcianus y Paulus, respectivamente, gracias a las inscripciones: Marcianvs Nicha y Pavlvs Nica.

Fue un trabajo de conservación y restauración minucioso. Apareció en Arzobispo Mausona y se trasladó al Museo Nacional de Arte Romano.

La Casa del Anfiteatro, que acoge este verano trabajos de conservación de mosaicos, guarda bajo su techo una importante colección también.

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En una de las habitaciones, posiblemente un comedor o triclinio, tiene un suelo que representan con realismo escenas de vendimia y de la pisa de la uva, así como a Venus acompañada de un Amorcillo.

Y en este repaso hay que recoger también el ubicado en la cabecera del Salón de Plenos de la Asamblea de Extremadura. Fue encontrado en 1978 en la calle Benito Toresano cuando se estaba canalizando el agua residual en algunas viviendas.

En 2002 se colocó en el lugar que hoy ocupa. También de grandes dimensiones (9,98 X 6,96 metros) se trata de un oecus tricliniu. Lo que sería un salón comedor actual. Tras su restauración fue recuperado por una capa de cera o película para su conservación.

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En cuanto al motivo que representa, esta alfombra romana alberga en el centro la figura de un jabalí. Es aquí donde las teselas son más pequeñas, lo que facilita la minuciosidad en detalle de las escenas representadas. También aparece posiblemente dibujada la figura de un perro, un ciervo e, incluso, una figura humana. Es una escena de caza.

En esta misa calle apareció en 2021 una figura con teselas de varios colores y figuras geométricas como círculos, cuadrados y nudos de Salomón. En esta manzana se ha documentado una casa romana de finales del siglo III o principios del IV y el mosaico forma parte del suelo de una de las habitaciones.

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Esta amplia colección hace que en Mérida haya afición a conservar y reconstruir mosaicos. La Escuela de Arte y Superior de Diseño es un referente nacional en esta formación y en este centro se puede estudiar el Ciclo de Grado Superior de Mosaicos. De hecho, de alguna manera, se puso una escuela de arte en Mérida por el mosaico. Y entre los talleres privados destaca, a nivel internacional, el de Luisa Díaz Liviano. Desde niña se dedica a las teselas. Aprendió el oficio de su padres, el restaurador del Mérida Juan Antonio Díaz Pintiado.

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