Ana María Bejarano
Ana María Bejarano
Aborda hoy el Consorcio en el Liceo, a partir de las ocho de la tarde, el estudio y las excavaciones que se han documentado en las termas y baños de Mérida. Y lo hace con la arqueóloga Ana María Bejarano. Ha excavado e investigado con ... detalle este tipo de construcciones dispersas por la ciudad.
Publicidad
–¿De dónde partimos cuando hablamos de los baños de Mérida?
–Lo principal ahora es la monografía que salió el año pasado. Se documentaron 56 conjuntos termales en la ciudad. Son edificios excavados de forma parcial porque nosotros estamos limitados a los solares en los que trabajamos. Pero lo curioso es que esta cantidad tan abultada que había entre el siglo II y III hacen de la ciudad casi un balneario permanente. Mérida pudo ser una ciudad balneario. Es un número elevadísimo. No hay en la península ninguna ciudad con tantos complejos termales identificados. Tendríamos que ir a la zona de Pompeya y Roma para encontrarlos.
–¿Qué pudo ocurrir para que se reprodujeran?
–Hay que entender la cultura del baño en la época romana. No es solo por mantener la higiene. Son un espacio de reunión. Se hacen negocios, hay reuniones de conocidos o se ejerce la prostitución. La vida social estaba en las termas. Y Mérida tiene la ventaja de las capas freáticas en el subsuelo con el Guadiana y el Albarregas. Y no olvidemos que la mayoría de las casas tenían un pozo. Por tanto, donde se podía, se construían las termas.
–Y en esta red tenemos públicas y privadas.
–Hay públicas, semipúblicas y privadas. Obviamente tenemos más privadas que han ido saliendo en las casas que hemos excavado. Entre las públicas, se han documentado seis. Las construyó el municipio para que la gente las usara pagando una tasa. Como las del Foro, por ejemplo. También las de Resti son públicas. Y luego tenemos documentadas las semipúblicas, que son las que construyen los particulares. No tienen la grandiosidad de las públicas pero son mucho más grandes que las privadas de las casas. Eran negocios privados abiertos al público. El propietario obtenía un beneficio. Ese modelo lo encontramos en la Casa del Mitreo. También la que hemos hallado recientemente en la Casa del Anfiteatro o las del cuartel de Hernán Cortés. Algunas están en sitios estratégicos.
Publicidad
–La ubicación, por tanto, no es casual en algunos casos.
–Están a las afueras y cerca de las vías de acceso. Tienen todo el sentido. Pensadas para los visitantes que venían a la ciudad y antes de entrar al foro pasaban por las termas para asearse.
–¿Cuándo hemos empezado a saber que había tantas?
–En 1929 se encuentra ya una en una intervención cercana al teatro. Hablan «al oeste del teatro», pero no se sabe donde estaría. Es la primera mención. Bernabé Moreno de Vargas habla también de las termas del Foro, pero tampoco se ubica en concreto un. Luego con el patronato, en los años setenta, se recogen algunas. Y llegamos a las últimas décadas. Con la eclosión de la construcción, han ido saliendo. Llegó un momento en el que vimos que teníamos documentación para hacer un estudio en profundidad de los conjuntos termales. Ahora estamos excavando en Santa Eulalia y hemos encontrado una.
Publicidad
–Desde el punto de vista arqueológico, ¿cuales interesan más?
–Todas son interesantes. Las públicas tienen un peor estado de conservación pero nos interesa porque son más lujosas. Y por interés en el funcionamiento quizás las semipúblicas. Las privadas son estancias que se adaptan a las plantas de las casas, pero nos hemos encontrados elementos decorativos que no se conservan en las públicas. Creo que todas tienen su interés.
–¿Hay pavimentos o elementos ornamentales especialmente llamativos?
–En Santa Eulalia, por ejemplo, tenemos un mosaico con la figura de Neptuno, muy vinculado a los complejos termales. Es el único mosaico dentro de un recinto para baños públicos aquí. En Morerías había tres conchas pintadas y decoradas en la piscina de agua fría. También molduras y bancos pintados que se instalaban en los vestuarios.
Publicidad
–Y en todo este catálogo disperso en la ciudad, cuáles son los más recomendables visitar.
–Una visita puede ser a Resti, que están integradas. O la casa del Mitreo, que las tiene dentro del circuito. También las de la casa del Anfiteatro, no están ahora dentro del circuito pero desde la pasarela se ven y el año que viene quizás se integre. También los baños de la zona del acueducto de San Lázaro. Y también la casa de los Mármoles, en Morerías. Tiene uno de época altoimperial y otra posterior que se construye en el bajo imperio. Incluso en Huerta de Otero o en la casa del Alcazaba. Tenemos un amplio catálogo que nos habla de esa ciudad termal que pudo ser Mérida durante la época en la que funcionaron.
Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.