El Museo Romano de Mérida mantiene casi todo el recorrido a pesar de la obra

Pero avisaron también que un proyecto tan complejo podía demorarse más de lo previsto. Al menos ha conseguido la constructora avanzar lo suficiente como para atender al público coincidiendo con semanas claves en el calendario de visitas. Mérida está al cien por cien de ocupación hotelera por el puente de Andalucía y se avecinan días de muchos grupos de estudiantes en viajes escolares. El recinto mantiene la entrada gratuita para compensar las molestias y que no se puede entrar a todas las salas, aunque el itinerario abierto está casi al completo.

Salvo la cripta, se accede al catálogo principal de Augusta Emerita. Están los togados del Foro Municipal, el Ático del Pórtico del Foro con los clípeos de Júpiter y Medusa, las figuras representativas del mito fundacional de Eneas y Rómulo en la colonia, las del posible Mitreo en la plaza de toros y también la exposición anual sobre las domus romanas. En la primera sala reciben las esculturas del frente escénico del Teatro Romano como la de los dioses Ceres o Serapis. También se contempla sin problemas la colección de mosaicos, los enterramientos o la cabeza de Augusto velado flanqueado por Tiberio y Druso.

Mientras el interior se llena de público tras cinco meses en suspenso, las obras prosiguen en el exterior. Con dos grúas de altura los operarios refuerzan los muros cambiando los ladrillos más dañados y en el nuevo edificio que se anexionará rematan la estructura con otra plataforma instalada al otro lado de la calle por donde han ido subiendo los materiales. Han transformado un solar de esquina en una pieza construida nueva acoplada a lo anterior.

Trinidad Nogales, directora del Museo, explicó a final de 2024 que está quedando un recinto espectacular y vaticina un salto de gigante para la institución con el espacio que gana.

No se conoce todavía la fecha de entrega porque depende del Ministerio de Cultura, pero intuye la directora que va a sorprender mucho porque cambiará el uso y el itinerario diseñado hasta ahora.

La directora Nogales alabó también en diciembre la implicación del arquitecto Rafael Moneo con el proyecto. Sus visitas son continuas a la ciudad para el seguimiento y supervisar con detalle la ejecución. No esconde la directora la vinculación que siente el arquitecto con el Museo Romano de Mérida, uno de sus edificios más destacados que abrió al público en 1986 y que ahora, en cierto modo, se completa. Moneo ya ha dicho alguna vez que para él no es una ampliación, sino la finalización de algo inacabado. Desde que se inauguró en 1986 se planteó añadirle la manzana de la esquina que había quedada aislada. El Ministerio aprovechó el anuncio de la reapertura para recordar que se están invirtiendo 8,35 millones de euros y que ganará servicios muy necesarios como una salón de actos con capacidad suficiente para la amplia afluencia a las conferencias, salas para investigadores y un espacio nuevo para exposiciones temporales.