Tania Iria, del Movimiento Mujeres Migrantes de Mérida. J. M. ROMERO
Mérida

«Los niños migrantes necesitan sentirse parte de la comunidad»

El Movimiento Mujeres Migrantes recorrerá el próximo curso los colegios e institutos de la ciudad para hablar de migración, racismo y acoso a los escolares

Antonio Gilgado

Mérida

Sábado, 3 de agosto 2024, 09:56

Tania Iria es coordinadora en Mérida del Movimiento Mujeres Migrantes. La asociación se gestó en 2019 entre solicitantes de asilo y refugio de la región. Se ayudaban unas a otras con los trámites, los curriculumns para encontrar trabajo y los cursos de formación. Ante ... las necesidades comunes y las posibilidades del trabajo colectivo se organizaron. Desde abril del año pasado tienen una sede en la ciudad gracias a los fondos del pacto de estado. Empezaron a tener contacto también con los niños y detectaron algunos casos de acoso en las escuelas. Según explica Tania Iria, aunque eran situaciones puntuales, querían abordarlo. Hablaron con las ampas y las direcciones escolares para impartir talleres escolares contra el racismo.

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A partir de septiembre rotarán por quince colegios de la ciudad. «Mérida ha sido una comunidad de acogida respetuosa, muchísimo más que otros territorios donde el incremento de la violencia xenófoba es más visible». Hablarán a los escolares de migración, racismo y acoso. «Los niños migrantes necesitan sentirse parte de la comunidad»

La discriminación en menores varía mucho según la edad y también entre chicos y chicas.

Aunque no todos usan el término 'panchito' con ánimo de ofender, sí esconde un vocablo que puede dañar a un niño

Sobre las adolescentes, por ejemplo, recaen los prejuicios de los adultos. «La idea racista de los adultos de que las mujeres extranjeras vienen a robar maridos se replica en las chicas adolescentes que encuentran una comunidad escolar adversa». Para el Movimiento de Mujeres Migrantes lo importante es colaborar para que Mérida sea una ciudad inclusiva y se consigue reconociendo qué se puede mejorar. Por eso en este caso han querido centrarse en los niños. Que tengan información de algo que a simple vista no parece perjudicarles. Se han normalizado vocablos como 'panchito' . Aunque no todos lo usa con ánimo de onfender, esconde un término despectivo que puede dañar a un niño que no entiende la discriminación.

El Movimiento no comparte tampoco la idea extendida de que los menores se adaptan mejor en sus nuevo destinos. La alta deserción escolar de los adolescentes migrantes contradice esa idea. «No vale con decir solo que el chico o la chica no se adaptó, hay que ver si había un entorno que no le permitió adaptarse». Como madres, les preocupa mucho el entorno escolar en el que se desenvuelven. Y si están en una situación irregular administrativa recae indirectamente en los chicos la presión para soportar el acoso. El típico 'no podemos meternos en problemas' o 'no hagas caso a lo que te dicen' les lleva a banalizar una situación de acoso que sufre el menor y que parece que nadie puede resolver. «Lo realmente interesante es que los niños migrantes tengan voz, incluso cuando los adultos no entendamos que les pueda afectar cuando le llaman 'panchita'». El Movimiento defiende la escuela como espacio en el que todos los niños se sientan cómodos.

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