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Juan de Ávalos en una fotografía realizada el año pasado. HOY
«Cuando me preguntan por Franco siempre respondo lo mismo: fue un excepcional cliente de mi padre»

«Cuando me preguntan por Franco siempre respondo lo mismo: fue un excepcional cliente de mi padre»

Juan de Ávalos, hijo del escultor emeritense que realizó las tallas de la cruz y la basílica, defiende la necesidad de separar cultura y política

Sábado, 19 de octubre 2019, 08:48

«Cuando me preguntan por Franco siempre respondo lo mismo: fue un excepcional cliente de mi padre», dice Juan de Ávalos, que comparte nombre con su progenitor, el escultor emeritense al que la dictadura franquista encargó las monumentales tallas de los evangelistas y La Piedad que lucen en el Valle de los Caídos. Esas obras no pasan por su mejor momento y desde la Fundación Juan de Ávalos, que preside el hijo del artista, llevan años reclamando unas actuaciones de mantenimiento y conservación que no llegan a producirse.

Con la propuesta de la exhumación de Francisco Franco, que realizó hace ya más de un año el Gobierno de Pedro Sánchez, el foco informativo se giró hacía el risco de La Nava, en el valle de Cuelgamuros, donde se levanta la gigantesca cruz que preside el monumento.

Sin embargo, volver a situarse en el centro de la actualidad, no ha tenido ningún beneficio para las esculturas. «Están muy abandonadas, como lo está todo el Valle», expone De Ávalos, que informa que los últimos trabajos de restauración sobre las obras de su padre se realizaron durante la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando se actuó en la talla de La Piedad que preside la entrada a la basílica. «El problema es que las esculturas de arriba (las que se sitúan en la base de la cruz) también están pidiendo restauración», insiste el hijo de Juan de Ávalos, que defiende la necesidad de separar cultura y política cuando se habla de monumentos. «Patrimonio Nacional, que tiene la competencia sobre el entorno, ignora el Valle», apostilla.

En la memoria de 2017, la última publicada, Patrimonio Nacional recoge trabajos de conservación de las estructuras metálicas y la reparación de una plancha de plomo en los brazos de la cruz, pero ninguna intervención en las esculturas. De Ávalos opina que el conjunto podría recibir un mayor número de visitantes si se hicieran mejoras. «El estrés térmico provoca desprendimientos en las esculturas y hay partes cerradas», lamenta.

«Las esculturas de mi padre en el Valle de los Caídos están muy abandonadas»

El Museo de Mérida, que tiene 60 obras del artista, lleva siete meses cerrado

En esa misma memoria se puede leer que en 2017 hubo 283.277 visitantes en el Valle, aunque ese número ha aumentado en los últimos dos años y la polémica en torno a la exhumación ha reavivado el interés por el monumento. «Pase lo que pase, hay que mantener el Valle; no se puede confundir la obra de arte con la persona que la encargó», reclama el presidente de la fundación, que considera que se trata de un gran ejemplo de la escultura monumental. «Hay sillares de hasta 1.200 kilos y se inventaron técnicas para poder llevar esas piedras a su posición con los medios auxiliares que se tenían; se usaron andamios de madera».

Fundación

Además de preservar la obra de Juan de Ávalos, la fundación que preside el hijo del escultor se creó con el objetivo de hacer un museo con los trabajos del artista emeritense. La primera intención era abrirlo en su tierra y, en parte, se consiguió en el año 2014 cuando se inauguró el Museo de Mérida, en el edificio El Costurero, una muestra permanente con 60 obras de De Ávalos. Sin embargo, desde hace siete meses el espacio se encuentra cerrado, según confirma el Ayuntamiento de la ciudad, que prevé vuelva a recibir visitantes a lo largo de 2020. «Se está haciendo una reforma del edificio para poder acoger exposiciones itinerantes y dar cabida a más artistas extremeños», en palabras de Silvia Fernández, concejala de Cultura.

La talla de San Juan Evangelista de la base de la cruz. HOY

Durante la legislatura de José Antonio Monago al frente del Gobierno regional, la fundación ofreció a la Junta toda la obra del escultor. «Desde ahí se podría mover a otros museos», remarca De Ávalos, que comenta que también trasladó la idea a Guillermo Fernández Vara y a Cristina Cifuentes, expresidenta de la Comunidad de Madrid. «Ahora trataré de hacerlo con Isabel Díaz Ayuso y el alcalde, José Luis Martínez-Almeida», puntualiza, a la vez que afirma que le ha hecho una propuesta al Gobierno portugués, «que ha sido bien acogida, aunque no me gustaría que el museo se haga fuera de España, pero yo no puedo mantener y rehabilitar toda la obra de mi padre».

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