Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 29 de marzo, en Extremadura?
Preocupación y malestar en el Consorcio de Mérida por «el abuso» de conciertos en el Teatro Romano

Preocupación y malestar en el Consorcio de Mérida por «el abuso» de conciertos en el Teatro Romano

Los técnicos creen que se «abusa» de un uso que debería ser excepcional «como corresponde a un marco excepcional»

EFE

Domingo, 19 de enero 2020

La proliferación de conciertos en el Teatro Romano de Mérida en los últimos años y el daño que pueden ocasionar al patrimonio genera malestar y preocupación entre los técnicos del Consorcio de la Ciudad Monumental, que creen que se «abusa» de un uso que debería ser excepcional «como corresponde a un marco excepcional».

En declaraciones a Efe, fuentes del consorcio precisan que esa «excepcionalidad» era la que primaba «hasta que llegó el Festival Stone», que, en sus primeras ediciones sí programaba solo alguno de los conciertos en el Teatro Romano, pero que cada año va a más hasta el punto de que en la próxima edición, salvo uno (el de Sting), todos serán en este recinto.

Lamentan que pese a esa preocupación, tienen la sensación de que para las administraciones públicas la protección del patrimonio «es algo secundario» y destacan que la sucesión de conciertos en este recinto ocasiona no solo daños durante las labores de montaje y desmontaje, sino los derivados de los elevados decibelios que generan los equipos de sonido.

«A nadie le importa, pero no se debe de olvidar que es patrimonio de la humanidad y que igual que te conceden el título te lo pueden quitar», aseveran.

En este sentido, señalan que estudios llevados a cabo, por ejemplo, por la Escuela de Arquitectura de Sevilla, han puesto de manifiesto que mientras que los agudos atraviesan la piedra «los graves chocan y causan daños, que terminarán por aparecer».

Aseguran que nunca se han opuesto al uso del teatro para otras actividades, pero creen que debe hacerse «con mesura», ya que no deja de ser un monumento de más de 2.000 años, «que con la antigüedad que tiene y por mucho que se restaure está delicado y no se puede hacer un abuso como se está haciendo».

A su juicio, no se es consciente de que la existencia y conservación del teatro romano están en la base de otras actividades que se realizan en la ciudad «y que tienen su importancia porque existe este patrimonio».

«No nos damos cuenta de que se está sobreexplotando la gallina de los huevos de oro», indican estas fuentes, que también llaman la atención sobre el coste que tiene la reparación de esos desperfectos pese a la labor «casi policial» que desde el consorcio se lleva a cabo.

Según afirman, aunque se consolida y restaura cada año «no es lo mismo el original que pegar trozitos que se van cayendo», además de llamar la atención sobre las quejas que provocan estos eventos entre los visitantes que acuden a Mérida a disfrutar expresamente del teatro romano.

Añaden que el consorcio «tiene una pila de reclamaciones impresionante» de visitantes, «algunos con comentarios duros y fuertes» porque el que viene a ver un teatro patrimonio de la humanidad «no quiere encontrarse con grúas y andamios».

Entienden que, cuando se organizan actividades en el teatro se debe saber que «no es un teatro al uso» y el problema es que se le quiere convertir en eso, «poniendo luces hasta encima de Ceres», que además de «someterle a estrés, le resta esplendor».

Stone expresa su compromiso con el patrimonio

EFE

La dirección del Stone & Music Festival ha aseverado este lunes que aplica medidas para minimizar posibles riesgos o daños al Teatro Romano, como establecer valores máximos de sonido, utilizar sistema de medición de niveles de presión sonora y uso de técnicas de direccionamiento radiactivo de las frecuencias.

«Desde que se realizan espectáculos en este recinto, se trabaja bastante por debajo de los 100 decibelios», han afirmado desde la dirección de este festival a través de una nota informativa.

Sostiene el Stone & Music Festival que desde el inicio de su actividad en 2016, su trabajo se ha realizado en consonancia con lo indicado por el Consorcio, «al que desde el principio se le preguntó por estudios de impacto de sonido o similares sobre el monumento para adecuar los trabajos a desarrollar en éste a los mismos».

«Ante la ausencia de dichos estudios, el Stone & Music festival aplica desde su inicio medidas para minimizar los riesgos», han aseverado. Entre estas medidas figura trabajar con un desglose de material mínimo, adaptado al escenario y rechazando lo planteado por los artistas en sus giras.

Además, desde 2017 se «establecen valores máximos de sonido que coinciden con las indicaciones de valores aconsejadas por el Consorcio en 2019». También se usan «sistemas de medición de los niveles de presión sonora (SPL) con ponderación A que siempre están a la vista de los operadores del sistema».

En este marco, la preocupación de la dirección de S&M por la conservación y correcto uso del monumento, según remarcan, es tal que se han aplicado técnicas de direccionamiento radiactivo de las frecuencias, de acuerdo a la Carta de Verona sobre el uso de lugares clásicos de espectáculos.

La dirección del festival emeritense ha mostrado su «perplejidad» por las consideraciones elevadas, y de las que EFE se hizo eco, acerca de la proliferación de conciertos en el Teatro Romano de Mérida en los últimos años y el daño que pueden ocasionar al patrimonio.

En este sentido, Stone & Music quiere poner de manifiesto que desde siempre ha compartido la lógica preocupación por la conservación del Teatro Romano. De ahí que desde los inicios del Festival en 2016 «siempre se haya mantenido un trabajo constante, de manera consensuada y siempre siguiendo la indicaciones de la entidad de conservación del Patrimonio emeritense para minimizar posibles daños al monumento».

De la misma manera, la promotora del Festival de música quiere remarcar «las excelentes relaciones» entre la dirección de ambas entidades, entre otras cuestiones, basadas en «la sensibilidad hacia el monumento en todas sus actuaciones».

En este sentido, Stone & Music festival asevera que todos los conciertos que forman parte de la edición 2020, exactamente igual que todos los anteriores, «tienen la preceptiva autorización previa de la Comisión Ejecutiva del Consorcio de la Ciudad Monumental».

A los ya mencionados condicionantes técnicos, la dirección del festival, antes de firmar contratos con los artistas, se asegura que sus oficinas de producción y cualquiera de los equipos técnicos y de montaje de los espectáculos «conozcan y acepten todas las indicaciones que sobre la protección y uso del monumento nos hace llegar el Consorcio de la Ciudad Monumental».

Además, más del 90 % del montaje de infraestructuras de luz y sonido «sólo se realizan antes del primer concierto, los días previos del inicio del festival, ya que las mismas forman parte de todo el evento musical, lo cual redunda en una minimización de perjuicios para el entorno».

Asimismo, han subrayado que todas las indicaciones se cumplen «a rajatabla» y bajo «la estricta supervisión» de técnicos del Consorcio y la producción local.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy Preocupación y malestar en el Consorcio de Mérida por «el abuso» de conciertos en el Teatro Romano