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M. I. HIDALGO/C. J. V.
MÉRIDA.
Jueves, 4 de agosto 2022, 07:35
La presa de Alange, de la que se abastece Mérida, tiene agua para un mínimo de dos años si llueve de forma normal a corto ... plazo. Es la previsión trasladada a HOY por la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), una vez que la situación del embalse ha empeorado en las últimas semanas. La presa, de la que beben no solo los 60.000 habitantes sino otros 40.000 más, tiene declarada la situación de emergencia, de acuerdo con el plan especial de sequías. El último dato es que tiene un volumen almacenado de 139,7 hm3, el 16.4% de su capacidad.
A parte de la mancomunidad de aguas (formada hasta ahora por Alange, La Zarza, Oliva de Mérida y Villagonzalo), de la presa del mismo nombre se abastecen Torremejía, Mirandilla, San Pedro de Mérida, Trujillanos y la capital de Extremadura como municipio más poblado.
Además, ocasionalmente, lo hace Almendralejo, con lo que potencialmente el consumo de agua puede ser muy elevado. Una evidencia que, en tiempos de sequía, complica más la situación.
Las poblaciones que se abastecen del embalse de Alange consumen anualmente un volumen de 10 hm3 (hectómetros cúbicos), avanza la CHG. Con esta cifra se «asegura el abastecimiento por un periodo mínimo de dos años», expresa el organismo en respuesta a este diario. Ese mínimo, claro está, se condiciona a que a partir del otoño y hasta la primavera próximas llueva de forma razonable.
En cambio, si la escasez de lluvias persiste esa previsión de agua puede reducirse. De esos 10 hm3 de consumo anual obviamente Mérida es la que más detrae de la presa. El Ayuntamiento emeritense no ha ofrecido a HOY información sobre el consumo medio anual de la ciudad.
El mes pasado alcaldes de la zona se entrevistaron con el presidente de la Confederación, Samuel Moraleda, para conocer la realidad del embalse alangeño y las perspectivas. La presa sigue, por cierto, soltando agua al Matachel y de ahí al Guadiana para cumplir con el caudal mínimo para la campaña de regadíos del entorno de Mérida, fundamentalmente. Y seguirá aliviando hasta mitad de septiembre.
Ante la situación de emergencia por sequía declarada en la presa de Alange el Ayuntamiento de Mérida ha decidido reducir el consumo de este bien antes de que comiencen a aparecer problemas de abastecimiento más serios.
Entre las medidas que se han tomado, y que serán las primeras que se llevan a cabo en este verano, se encuentra la reducción del riego en los parques y jardines de la capital de Extremadura en un 30% «en próximos días». Así lo confirmó a este diario la portavoz en funciones del Gobierno local, Silvia Fernández.
Otra de las acciones que ya se ha puesto en marcha para reducir el consumo, es cortar el agua en las fuentes ornamentales de la ciudad, «solo permanecerán encendidas, por el momento aquellas que tienen un circuito cerrado y que por tanto expulsan siempre el mismo agua», explicó Fernández.
Estas medidas irán de la mano de una serie de recomendaciones sobre consumo responsable en las que el Ayuntamiento se encuentra trabajando. Por el momento estos recortes no afectarán al consumo humano, pero todo dependerá de como evolucione la situación en los próximos meses. Un otoño sin lluvias traería consigo restricciones más duras en el consumo del agua.
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