Varias familias completas de Mickey y Minnie Mouse se divierten en la carpa de la Plaza de España. :: j. m. romero

Unicornios y superheroínas llenan las calles de Mérida

Las familias con niños pequeños y los visitantes por el puente de Andalucía refuerzan el Carnaval de día, que se afianza año a año | Las agrupaciones colorean la calle Santa Eulalia y el entorno de la Plaza de España el sábado de Carnaval

Domingo, 3 de marzo 2019, 09:10

Mejicanos, payasos, indios, piratas, perritos, gatitos, buceadores, vacas, princesas, unicornios, policías, demonios, bomberos... Hasta la Mona Lisa, dentro de su cuadro, se paseaba ayer por las calles de Mérida acompañada de su inseparable Leonardo Da Vinci. El centro de la ciudad fue un universo colorido. Un paraje de disfraces y máscaras lleno de personajes de todo tipo y todos los tamaños.

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Poco ambiente a primera hora de la mañana ayer en Santa Eulalia. Las tiendas abiertas, poco público en la calle y poco bullicio. Se notaba la resaca del pregón y efecto del concierto de Medina Azahara. El Arco de Trajano acogió a los más madrugadores. Pasaba la una de la tarde y por la plaza del restaurante A de Arco se agolparon las guitarras de los coros. Tímido despertar. Poco a poco la calle se llenó de público y las agrupaciones empezaron su particular itinerario por el centro.

La escalera de El Benito fue el estrado más solicitado. Se escucharon los pasodobles y los cuplés del concurso. A las tres costaba encontrar un velador libre en el entorno de la Plaza de España. Las agrupaciones han tirado del Carnaval de día con su cantable. Ayer sumaron muchas familias con niños pequeños y turistas que aprovechan el puente por el Día de Andalucía para visitar Mérida.

Los 25 grados fue la mecha que necesitó el sábado de Carnaval para adelantar la fiesta. Bares, restaurantes y sobre todo terrazas estuvieron repletos durante todo el día. No solo de gente de Mérida.

La irónica carpa de plástico de la plaza ha estado este año menos concurrida, al menos de día. En el interior hacía demasiada calor y se notaba un efecto invernadero que la hacía, por instantes, agobiante. Los carnavales prefirieron quedarse por el día en las terrazas para comer y buscar por el entorno de la calle Santa Eulalia algunas agrupaciones. Triunfaron en la calle los 'Buscarruinas', una chirigota que no pasó a la final pero fue la que más gustó al público. Concurrencia también sobre las matas de camalote de 'La Marara'. Su «bote, bote, camalote el que no bote» forma parte de la banda sonora de este Carnaval Romano 2019.

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Ruta Carnavalesca

Para mimetizarse, más si cabe, con el ambiente de esta fiesta, 14 restaurantes de la ciudad ofrecen a los comensales tapas carnavalescas, una iniciativa que se encuadra dentro de la Ruta de la Tapa Carnavalesca y que tiene una gran aceptación entre los comensales. 'Morcilla en su disfraz y comparsa de la huerta', 'Plumas de Carnaval' o 'El entierro de la sardina' son algunos de los platos que se pueden degustar durante estos días.

Con la luz del día, el ambiente era predominantemente familiar. Muchas familias con niños, en muchas ocasiones todos disfrazados, disfrutaban del ambiente festivo. Casi como en los mejores tiempos de esta fiesta.

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Por la tarde, el público volvió de nuevo al entorno del Arco de Trajano. Con el atardecer llegó el relevo de público. Menos carritos con niños y muchos grupos de adolescentes, todos disfrazados. Entre los más jóvenes triunfan este año los pijamas de unicornio, con sus zapatillas de estar por casa incluidas, los indios y los payasos.

La jornada del sábado empezó a la una de la tarde y a las nueve volvía de nuevo a bullir. Veladores repletos para cenar de grupos numerosos. A las diez costaba moverse por el pasillo que dejan las casetas de las agrupaciones frente al Burguer King y la carpa de plástico. En la fachada del Ayuntamiento tampoco hubo tregua durante todo el día.

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