Fernando Hernández
Fernando Hernández
Fernando Hernández es el titular de la farmacia Hernández Mancha de la Antigua. De las más conocidas de Mérida porque se encuentra en la avenida principal del barrio y cerca del centro de salud de San Luis. Le sobresaltó ayer por la mañana la llamada ... de una compañera de Madrid.
Publicidad
Le comentó su colega que había encontrado una web que vendía sin receta medicamentos que solo se dispensan con receta en la que aparecía el logo de su farmacia y todos sus datos como farmacéutico. Y ofreciendo además precios muy rebajados. «No sé quién es. Ha cogido el teléfono la secretaria de la farmacia y ha hablado con ella para alertarnos. Me gustaría darle las gracias por avisarnos».
Enseguida se puso Fernando a comprobarlo y, efectivamente, ha encontrado una web muy similar a la suya pero con el listado de medicamentos y el precio para venderlos. Se puede leer su nombre, su antiguo correo corporativo y el logo. Solo cambia el número de teléfono. En cuanto lo comprobó se fue luego a la comisaría de la Policía Nacional a poner la denuncia. «Les he explicado todo y les he dicho que alguien está suplantando mi identidad». Aclara que nadie puede abrir una página web de este tipo. De parafarmacia sí que son habituales, pero de medicamentos no. Confiesa que está siendo difícil procesar lo que ha comprobado porque no sabe muy bien dónde le llevará este asunto. «Lo que se está haciendo es un delito con mi nombre y encima están estafando a gente con mi nombre. No sé dónde nos han metido». Al llegar de comisaría se puso en contacto también con el colegio oficial de farmacéuticos, que lo notificó al consejo general de farmacias. El consejo quiere comprobar si hay otros casos similares. Los estafadores que han usurpado su web venden antibióticos con mucha demanda como el augmentine o el monurol. También la metformina, habitual entre los diabéticos pero que lo piden algunos deportistas para bajar de peso. O el Ryubelsus, que suele recetarse a los adictos al tabaco que necesitan dejar de fumar. Todos, explica Fernando, se venden solo con receta médica. No pueden colocarse en un mostrador web y promocionarlos como si fueran parafarmarcia. Y mucho menos promocionarlos con descuento. «En España está prohibido hacer descuentos en medicamentos porque no se puede incentivar la venta».
Hay además un apartado específico para psicofármacos y antidepresivos. Entre los que entrarían compuestos similares al trankimazin. No es casualidad, explica, que utilicen como reclamo compuestos muy populares, con mucha demanda y que solo se venden con receta. Ahora espera que el trabajo de la brigada especializada de la Policía Nacional en delitos informáticos identifique quién está detrás de esta web o que la investigación que haga por otro lado el consejo general de farmacia le lleve hasta algún responsable. «A mí esto me destroza. Me ha hecho mucho daño. Somos una farmacia muy conocida en Mérida y todo el mundo sabe además lo escrupulosos que somos con no vender nada sin receta para que ahora en Internet circule que hacemos todo lo contrario». Espera que al menos la denuncia pública de lo que ha ocurrido sirva para que la gente no le identifique con la web que lleva su nombre. De momento, es su única defensa.
Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.