No les sale el susto del cuerpo. Y como no quieren que les vuelva a pasar lo que hace varias noches, los vecinos que viven en una casa en la calle Baños, concretamente en el número 12, piden a quién tenga la competencia que haga algo para proteger su casa de otro golpe que pueda acarrear un problema más grande en la instalación de gas.
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Se trata de Antonia Sánchez y su marido, César Cidoncha. Ellos son los que sufrieron la noche del pasado 14 de febrero un escape de gas que obligó a desalojar la zona de la calle Baños y otras colindantes como Peñato.
El suceso tuvo lugar pasadas las 22.30 horas de ese día. Según las fuentes consultadas por HOY, todo indica que un coche golpeó la acometida de gas natural de la vivienda situada en el número 12 de la calle Baños, la de Antonia y su marido.
Un fuerte olor comenzó a salir, lo que obligó a actuar a la Policía Nacional, que tuvo que desalojar la zona.
Nueve agentes participaron en esta intervención. La rápida actuación hizo que sobre las 11 de la noche ya se abriera la calle y los vecinos pudieran volver a sus viviendas.
Ahora Antonia explica que el pasado viernes 21 de febrero, justamente una semana después del suceso, enfrente justo de su casa había varios vehículos mal aparcados. Esto obliga a los coches que circulan por esa calle a acercarse demasiado a la entrada de su vivienda y a la instalación de gas natural, que está en la fachada de la misma. Y muchas veces la golpean.
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Asegura que trasladó este problema a agentes de la Policía Local. «Me dijeron que estaban muy liados y que no podían venir. Por lo que el sábado por la mañana pudimos comprobar que la instalación de gas ya tenía otro golpe dado. Suponemos que sería una furgoneta o un vehículo de grandes dimensiones», explica Antonia.
Dice que a causa del golpe del pasado 14 de febrero, al menos en su casa, estuvieron un par de días sin gas, aseándose como podían, calentando agua como antiguamente. Una situación incómoda que continuó durante un tiempo porque, explica que le dijeron, que no se podía abrir la llave que da paso al gas en varios días. «Como no podíamos seguir con esa situación, tuvimos que llamar nosotros a un técnico particular y pagarlo de nuestro bolsillo para poder volver a tener agua caliente. Todavía no nos han dicho si esta avería la tiene que pagar la empresa de distribución del gas, el Ayuntamiento o quién. Lo único que han hecho es venir un técnico, varios días después, y decirnos que ahí no hay pérdida de gas y que por ahora está todo bien. Pero queremos que nos lo arreglen de todo», explica Antonia.
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Estas palabras no le han convencido en absoluto. El matrimonio pide a quién competa que aumente las medidas de seguridad en la zona. Dice que una solución sería instalar bolos para que los vehículos no puedan aparcar enfrente de su vivienda y así los coches puedan pasar bien si rozar el tubo del gas.
Confiesa que en el fondo tienen miedo de que les vuelva a pasar lo mismo.
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