J. Bacorelle
Jueves, 27 de febrero 2025, 11:01
La Dirección General de Tráfico (DGT) está investigando la vandalización de siete radares en carreteras de cuatro comunidades autónomas (Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Comunidad Valenciana). La DGT ha presentado denuncias ante la Guardia Civil para identificar y procesar a los responsables.
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La vandalización de radares se considera un delito de daños según el Código Penal español. Los responsables podrían enfrentarse a penas de prisión de 1 a 3 años y multas de 12 a 24 meses, especialmente si se demuestra que la intención era causar un perjuicio grave.
Según explica la DGT «cuando los daños tengan por objetivo impedir el libre ejercicio de la autoridad o se realicen como consecuencia de las acciones ejecutadas por la autoridad en el ejercicio de sus funciones y cuando se cometan contra funcionarios públicos, o contra particulares que, como testigos o de cualquier otra forma, hayan contribuido o puedan hacerlo en la ejecución o aplicación de las leyes» se considera un tipo de delito agravado.Los autores de los hechos deberán también responder por el coste económico de cada punto de control que, en el caso de los radares fijos asciende a unos 67.000€ y en el de los de tramo a unos 66.000€.
Tanto los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil como los de Seguridad Ciudadana reforzarán la vigilancia en los puntos en los que están instalados los radares para evitar que se produzcan este tipo de actos.
Además, se han colocado cámaras de vigilancia en los mismos directamente conectadas con los Centros de Gestión de la DGT con el fin de detectar posibles sabotajes y permitir la actuación inmediata de las patrullas de la Guardia Civil.
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Estos actos vandálicos, además del delito en sí mismo de atentar contra un bien público, afectan también a la seguridad vial que es el fin último que persiguen los puntos de control de velocidad que están ubicados por toda la geografía española.
Tráfico defiende la utilización de los radares para mejorar las cifras de siniestralidad en carretera, y lo justifica asegurando que estima que entre el 10 y el 15 % de todos los accidentes de tráfico y el 30 % de los siniestros viales mortales son el resultado directo de una velocidad excesiva o inapropiada de acuerdo con el Informe temático sobre seguridad vial dedicado a la velocidad publicado por el Observatorio Europeo de Seguridad Vial en 2021 y por el informe de Gestión de Velocidad del Centro de Investigación del Transporte (ITF).
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Según estos informes, la gestión de la velocidad, debe incluir, entre otras medidas, la vigilancia policial y el control automático de velocidad con aquellos instrumentos que lo permitan y que abarquen a todos los usuarios de las vías (incluyendo a conductores extranjeros) y el desarrollo de control de secciones (control de velocidades medias en secciones de una vía), de ahí que recomiende a los distintos países seguir fomentando su uso.
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