Al menos dos muertos y varios desaparecidos al derrumbarse un tramo de carretera en el Alentejo

Un tramo de la carretera comarcal que une las localidades portuguesas de Vila Viçosa y Borba se derrumbó en el distrito de Évora este lunes 19 de noviembre y provocó al menos dos muertos, aunque la cifra puede aumentar ya que al menos cuatro o cinco personas cayeron estrepitosamente a bordo de sus vehículos y permanecen atrapadas. El punto en el que se ha producido este socavón se encuentra a 63 kilómetros de distancia de la ciudad de Badajoz y a 30 kilómetros en línea recta, aproximadamente, de la frontera en su punto más cercano a la localidad de Olivenza.

Um tramo de carretera unos 100 metros cedió, desapareciendo en el fondo de una cantera de mármol de unos 50 metros de profundidad.

Los hechos acontecieron junto la carretera nacional 255 a primera hora de la tarde, según informa ABC. Rápidamente comenzó a difundirse que había varios heridos y que las labores de búsqueda pueden hacer temer lo peor. Incluso la cadena de televisión SIC adelanta que los fallecidos se elevarían a cuatro o cinco, aunque la confusión reina en esa zona del Alentejo, cerca de Extremadura.

Así lo reconocieron tanto el Comando Territorial de la Guardia Nacional Republicana como el Comando Distrital de Operaciones de Socorro de Évora, que certificaron que una excavadora, una camioneta y un «vehículo ligero» se desplomaron a una gran escombrera debido a un corrimiento de tierras.

Protección Civil no tardó en personarse en el lugar del accidente y también fueron desplazados sendos helicópteros, por lo que se acordonaron los alrededores mientras trataba de rescatarse a los atrapados.

Los dos muertos inicialmente confirmados eran trabajadores de la escombrera, que no parecía encontrarse en buenas condiciones. Tanto es así que algunos familiares declararon a un canal de TV local que «esto se veía venir». Para colmo, las últimas lluvias habían inundado de agua el entorno, una circunstancia que complicó aún más las tareas de rescate en la escombrera.

La falta de seguridad condiciona los trabajos iniciados para solventar la situación, agravada por el temprano anochecer. Intentar que el contador de muertos no eche a andar de forma escalonada es el principal objetivo de las autoridades.

La difusión de las imágenes en todas las televisiones portuguesas desató la conmoción en el país, con la sombra de la tragedia por segunda vez en el mismo día, toda vez que la mañana había arrancado con el sobresalto de cinco cadáveres de una misma familia encontrados a causa de una intoxicación.

En el lugar del siniestro trabajaban a última hora de este lunes 43 personas entre bomberos y miembros de personal de socorro, además de 14 vehículos terrestre y un medio aéreo.

Según el diario Expresso, al menos tres vehículos cayeron desde una altura aproximada de cincuenta metros. En uno de ellos viajaban un maquinista y un auxiliar, mientras que no era posible precisar los ocupantes de los otros dos. Según el mismo diario, las fuerzas de seguridad y rescate se encontraron con importantes problemas para acceder al lugar, dada la inseguridad que presentaban los alrededores. Varias fuentes indicaron a este medio de comunicación que la carretera presentaba un deterioro importante desde hace años, y que de hecho, cerca del lugar del suceso había señales que así lo indicaban. Las canteras que hay cerca de la vía que se hundió contenían mármol pero están ya sin actividad, indica Expresso en su información, que también recogía el testimonio de un usuario de esa carretera, a la que en el punto accidentado definía como «un puente entre dos canteras».