Directo Julián Álvarez iguala el partido en el Bernabéu
El secretario general de Junts, Jordi Turull, y la portavoz en el Congreso, Miriam Nogueras, acompañados por el presidente del partido, Carles Puigdemont, por videoconferencia Efe

Junts interpreta que Cataluña podrá quedar excluida en el reparto autonómico de menores extranjeros no acompañados

Puigdemont advierte de que la confianza con el PSOE «no está restaurada del todo»

Martes, 4 de marzo 2025, 12:51

El presidente de Junts, Carles Puigdemont, se ha jactado este martes de que con la ley sobre inmigración pactada con el PSOE, Cataluña podrá gestionar ... competencias que son propias de un «Estado», aunque reconociendo que la titularidad de la competencia de inmigración es estatal. «Estaremos mucho más preparados para nuestro futuro como nación», ha asegurado en una rueda de prensa telemática, junto al secretario general del partido, Jordi Turull, y la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, tras el acuerdo alcanzado con los socialistas, más de un año después. Los dirigentes de Junts, a diferencia de hace una semana, cuando dieron marcha atrás con la cuestión de confianza a Pedro Sánchez, han mostrado su satisfacción por el pacto cerrado con los socialistas que supone a su juicio un paso adelante en la «soberanía» de Cataluña.

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«Sin inmigración no hay progreso y sin integración no hay nación», ha señalado Puigdemont. «Asumiremos de forma integral las competencias del Estado en un tema crucial», ha aseverado. «Es una delegación integral las competencias para ejercer de forma integral la inmigración«, ha resumido. Junts destaca que con la ley, Cataluña sale del café para todos en políticas de inmigración. Es decir, según la interpretación que hacen los junteros del texto legal acordado con los socialistas, que aún debe pasar un largo proceso legislativo en el Congreso, Cataluña tendrá competencias para poder cerrar centros de internamiento de inmigrantes (CIE), como el que hay en la Zona Franca de Barcelona. Además, los nacionalistas entienden que Cataluña, si así lo decide su gobierno autonómico, podrá quedar fuera del reparto autonómico de menores no acompañados. »No podemos asumir más. No tenemos suficientes recursos«, ha señalado el líder de Junts. Un tema capital para Junts en la gestión migratoria es la lengua. Que el extranjero, cuando llegue a Cataluña, lo primero que oiga por parte de un policía sea un »bon dia« en lugar de un »buenos días« y vea el escudo en el uniforme del mosso con las cuatro barras de la senyera y no la bandera española, según ha detallado Nogueras.

La cuestión del catalán, según Puigdemont, es clave. «Queremos integrar a la inmigración», ha dicho, pero al mismo hay que «asegurar el futuro de nuestra identidad nacional, basada en la lengua y en los valores propios de la catalanidad». El catalán será obligatorio para obtener el «informe favorable» de la Generalitat para obtener el permiso de residencia y «demostrar que estás enraizado en Cataluña».

Según el líder de Junts, en cuanto la ley sea aprobada por el Congreso, en seis meses el Govern debería estar en disposición de empezar a aplicarla. Y ahí, Turull ha advertido de que estarán vigilantes, toda vez que la ley la deberá poner en marcha el Govern de Illa. «Hemos cerrado un acuerdo desde la oposición», ha apuntado el expresidente de la Generalitat.

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Puigdemont ha asegurado en relación al PSOE que este acuerdo les «pone al día». «La desconfianza ha disminuido», «es un paso» pero la confianza no se ha «restaurado del todo», ha advertido. El líder nacionalista ha apelado al recurrente carpeta a carpeta y ha avisado a los socialistas que el acuerdo sobre inmigración «no cambia nada» respecto a la negociación de los Presupuestos. «Sería osado hablar de Presupuestos», ha rematado.

Sobre el posible rechazo a la la ley de Podemos, se ha mostrado dispuesto a aceptar enmiendas, pero en ningún caso recortar nada que suponga a Cataluña perder la «soberanía» que a su juicio ganará con el cambio legislativo. El dirigente nacionalista ha afeado a los morados que su posición sea similar a la de PP y Vox.

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Una semana después de retirar el debate sobre la cuestión de confianza de Pedro Sánchez, Junts ha cerrado con el PSOE la delegación de las competencias a la Generalitat de las competencias de inmigración. No es la transferencia integral que pedía Puigdemont pero sí es un paso significativo. El Govern tendrá, entre otras cuestiones, las atribuciones para gestionar las expulsiones de inmigrantes y hasta para cerrar los centros de internamiento (CIE).

Junts lleva tiempo amagando con romper con el PSOE, pero no acaba de decidirse. No le conviene ir a un adelanto electoral y no quiere perder la posición central en la legislatura española. La dirección postconvergente insistió la semana pasada en que la confianza con los socialistas está muy deteriorada y que si dieron marcha atrás con la cuestión de confianza fue por el respeto que les merece la opinión del mediador internacional, quien abogó por que ambas partes se dieran una prórroga para seguir negociando. Puigdemont ha hablado este martes en términos de que aún hay carpetas en números rojos.

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Junts dio una «última» oportunidad a Sánchez para mantener vivo el diálogo y poder abrir una negociación sobre la resolución del conflicto catalán. Junts pedía cerrar la negociación de las competencias de inmigración y que prospere la reclamación de que el catalán sea reconocido como lengua oficial en las instituciones europeas.

En noviembre de 2023, el PSOE y Junts sellaron el pacto de Bruselas, por el que los postconvergentes se comprometieron a investir a Sánchez. A cambio, el presidente del Gobierno cedió con la ley de amnistía y con la puesta en marcha de una mesa de diálogo en Suiza (se ha reunido ya 12 veces). La estabilidad de la legislatura quedaba «sujeta a los avances y cumplimiento de los acuerdos».

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