Sánchez ensalza los valores constitucionales, pero sus socios exigen una reforma «radical»

Mientras el presidente Pedro Sánchez alababa este domingo los valores de la Constitución, varios de sus aliados suscribían un manifiesto para reclamar una «reforma radical» de la Carta Magna porque está «agotada y deslegitimada».

El jefe del Ejecutivo sostuvo durante su intervención en la clausura del congreso regional del PSOE de Murcia que la Carta Magna es «la hoja de ruta del Gobierno». El texto constitucional, según el jefe del Ejecutivo, «es la educación pública de nuestros hijos, es la pensión digna de nuestros mayores, es la salud de todos y todas». Es, resumió, «democracia y Estado de bienestar».

Ajenos al panegírico, las fuerzas firmantes del llamado acuerdo de la Llotja del Mar, entre ellas Esquerra Republicana y EH Bildu, hicieron público un comunicado en el que consideraron «indispensable su reforma radical, tanto en modelo de Estado como en derechos sociales».

Ambas formaciones, junto a grupos menores del soberanismo catalán, valenciano y gallego, denunciaron que la Constitución «impide dar cauce al desarrollo de la voluntad democrática de nuestros pueblos y se criminaliza y reprime» cualquier intento de avanzar hacia la autodeterminación. «Nuestros derechos como naciones -alegan- están atados de pies y manos».

Esas diferencias de enfoque quedarán de manifiesto de nuevo este lunes. Será con motivo del acto de conmemoración del 43 aniversario de la Constitución en el Congreso.

Además de Esquerra y EH Bildu, PNV, Junts, PDeCAT, BNG, la CUP y Compromís, el grueso del bloque que sustenta al Gobierno, volverán a boicotear la celebración, como vienen haciendo todos los años. La representación política institucional quedará así en manos de PSOE, PP, Vox, Unidas Podemos, Ciudadanos y Más País.

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