El Premio Taurino de ABC a Victorino Martín, ganadero y presidente de la Fundación del Toro de Lidia es un reconocimiento al buen hacer, a ... la trayectoria, al legado, a la casta, a la defensa sin ambages de lo que es de todos; a una ganadería legendaria; pero sobre todo, es un premio a la perseverancia.
Su padre eligió Extremadura hace más de 60 años como el hogar para sus reses bravas. Y Extremadura se convirtió en el hogar para toda su familia, por lo cual nos sentimos profundamente orgullosos. Gracias al tesón de su padre y al suyo, hoy en las dehesas del norte de la provincia de Cáceres (Portezuelo y Moraleja) se crían algunos de los toros más bravos y exigentes que han pisado las plazas de nuestro país y de otros.
Su dedicación y esfuerzo han llevado a la ganadería Victorino Martín a lo más alto, convirtiéndola en un referente de calidad y bravura. Ha sabido mantener y elevar los valores que su padre le inculcó, y hoy recoge los frutos de esa labor incansable. Por ello le felicito y le agradezco que lleve el nombre de Extremadura con orgullo y contribuya a la preservación de nuestras tradiciones.
Pero la tauromaquia no solo es tradición. Es también modernidad.
La tauromaquia es tradición porque es parte de nuestra cultura y de nuestra idiosincrasia. El noble arte del toreo, la lidia, la liturgia taurina tiene una honda raigambre en nuestro ser, en nuestras conciencias y en nuestra historia como país.
Fuente de inspiración para artistas, poetas y escritores. Desde Federico García Lorca a Joaquín Sabina, pasando por Picasso, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Manuel Machado, Salvador Dalí, Hemingway, Vicente Aleixandre, Ortega y Gasset, Quevedo, Lope de Vega, Camilo José Cela, Jorge Luis Borges o Fernando Botero.
La pintura y escultura, la literatura y la poesía, la música, el cine y el teatro, o la moda. No hay expresión artística que no haya sido influida por la tauromaquia. Porque el arte es libre. Y no entiende de censuras, ni de sectarismos.
Me niego a otorgar mayor entidad al ministro de Cultura, Ernest Urtasun, por muy ministro que sea, que a cualquiera de los artistas, poetas o escritores mencionados. Me niego a presuponerle una intelectualidad capaz de ensombrecer cualquiera de las obras realizadas por los mismos. Me niego a considerar una mayor aportación a la cultura por parte de Urtasun que por parte de cualquiera de los artistas mencionados. Me niego a una mayor aportación a la cultura que cualquier torero que se juega la vida para crear una obra de arte. Sinceramente, me niego y nos negamos desde el gobierno de la Junta de Extremadura.
La tauromaquia no se somete a ideologías ni sectarismos, sino que representa una manifestación cultural que trasciende divisiones políticas y sociales. Sencillamente, es del pueblo. Y esa es nuestra brújula en Extremadura y en el gobierno de María Guardiola. La brújula de la libertad. La brújula por la que se guiaron e inspiraron todos esos poetas, escritores y artistas.
Y no hay ministro ni presidente del gobierno que ensombrezca la riqueza cultural de España y parte de Hispanoamérica. Al contrario, hay ministros y presidentes de gobierno que con su obcecación por la censura contribuyen a una respuesta social reivindicativa. Esa respuesta social se está produciendo en Extremadura, especialmente de los jóvenes, a los cuales les agradecemos su inconformismo y su apuesta por la tauromaquia.
Tenemos casi 60 peñas, clubes y asociaciones taurinas, y los festejos vinculados al mundo del toro se sitúan por encima de los 650, lo que refleja el buen estado de salud de la tauromaquia en Extremadura.
Pero no solo es tradición, es modernidad. La Extremadura que conocemos hoy no sería posible sin el toro bravo, sin las ganaderías, sin el trabajo de gente como Victorino. No lo sería.
Las ganaderías contribuyen al sostenimiento de la dehesa extremeña. Sin toro bravo no hay gran parte de la dehesa ni ecosistema. El toro bravo ha sido fundamental para preservar miles de hectáreas de dehesas, y con ello su biodiversidad, el ecosistema y la protección de las especies.
La economía verde y circular que se escribe desde una moqueta de Bruselas o desde la Castellana y se promulga como moderno bajo la denominación de «ecosostenible», es justamente lo que las ganaderías hacen cada día.
En Extremadura pastan más de 120 ganaderías de toro bravo, que generan un impacto económico de unos 28 millones de euros y más de 1.000 empleos.
Una ganadería es genética, es alimentación, es hábitat. Es cuidar el entorno, es proteger las especies. Es salvaguardar el legado milenario del bosque mediterráneo. No hay nada más ecosostenible y moderno. Y hay que defenderlo sin complejos.
El papel de Victorino Martín en la defensa y promoción de la tauromaquia es digno de admiración. Ha luchado siempre, pero lamentablemente esta lucha es siempre inacabada.
El lunes conocimos precisamente que el Congreso de los Diputados deberá votar en el plazo de 6 meses una Iniciativa Legislativa Popular que pretende derogar la ley 18/2013 que protege la fiesta como patrimonio cultural. Victorino Martín nos tendrá a su lado en esa lucha. Nos tendrán a su lado. Como lo hemos estado desde el principio, elevando a rango de Dirección General a la Tauromaquia, e implicándonos, junto a otros gobiernos autonómicos, el Senado y la Fundación Toro de Lidia, que Vitorino Martín presides en el impulso del Premio Nacional de Tauromaquia suprimido por el ministro Urtasun, y como lo hacemos con la promoción de la Fiesta con múltiples iniciativas. Pero una especialmente necesaria, el apoyo a través de la televisión pública autonómica, Canal Extremadura, con las retransmisiones, con los especiales y con el contenido semanal.
Gracias Victorino por ser un embajador de Extremadura, y por seguir escribiendo las letras de la tauromaquia con letras de oro. Larga y próspera vida a la Fiesta; larga y próspera vida a nuestra Fiesta Nacional.
* Discurso de Abel Bautista en la entrega del XVI premio Taurino ABC a Victorino Martín.
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