¿Qué ha pasado hoy, 23 de febrero, en Extremadura?

Era la una de la madrugada del lunes 21 de febrero cuando el alcalde de Don Benito, José Luis Quintana, sorprendía a todos por el ... modo de cerrar su intervención, en la que acababa de comunicar los ajustados resultados del referéndum de fusión con Villanueva: «Cuando Roma locuta, causa finita», proclamó. Y, por fin, después de tantos años, di la razón a la antigua profesora de Latín que nos decía que aquellas clases algún día nos servirían para algo.

Publicidad

Estoy exagerando. No hace falta haber estudiado ni mucho ni poco para traducir a un alcalde al que el ajustado margen de la victoria había dejado pálido y le había borrado de la cara la sonrisa perenne de los días anteriores. Quintana eligió la forma culta para decir: este es el resultado y no hay nada más que hablar. Teniendo en cuenta que no era vinculante y que ni siquiera hacía falta haber votado la integración, sus palabras se pueden dar por buenas. Pero lo que se dice locutar, la gente sigue locutando sobre el modo en que se contaron los votos.

En realidad, yo lo que quería traer a colación era otra locución latina, alea jacta est, es decir, la suerte está echada... para Pablo Casado.

La reunión del pasado miércoles, también prolongada hasta la madrugada, es la representación más actual del asesinato de Julio César por parte de Bruto y los senadores, esta vez en su versión de barones territoriales, conjurados en ir asestando uno a uno puñaladas verbales a quien debían obediencia hasta entonces: «Pablo, debes irte».

La tiranía política impuesta por el tándem Casado-Egea en las estructuras territoriales mantenía en silencio a quienes no eran merecedores de los favores de Roma/Génova. Uno de ellos es José Antonio Monago, que, según cuentan las crónicas, se ha sumado al grupo de justicieros. Si fueron convocados es para que dieran su opinión y llegados a esta altura no cabían medias tintas, apuñalar solo un poco, eso es cierto; pero no lo es menos que hasta que el enfrentamiento con Díaz Ayuso le hizo tambalearse, nadie osaba desde Extremadura a poner un pero a la gestión de un Pablo Casado, cercano a la divinidad política para sus seguidores en la región. O eso parecía. En fin, esto viene ocurriendo desde el Imperio Romano, así que no vamos a sorprendernos.

Publicidad

Ahora, todavía está corriendo la sangre entre los populares y no hay duda que salpicará también a Extremadura. En contraposición al ordeno y mando de Egea, con su fiel Alberto Casero, Pedro Sánchez optó por dejar hacer en las provincias extremeñas, que no le apoyaron en su llegada al trono, y eso mantiene las aguas calmadas y las filas prietas entre los socialistas. Pero el PP es hoy un espacio de guerra abierta, donde unos afilan sus armas y otros preparan las maletas, como tristemente estamos viendo en Ucrania.

Cuando se pongan las suficientes vendas, sin embargo, el PP del tan y tan esperado Alberto Feijóo tiene ante sí unas perspectivas de victoria superiores a las que gozaba el moribundo Casado. No hay que más que ver cómo se ha lamentado desde las filas de la izquierda y su entorno la caída de quien hasta entonces era, según ellos, un mero político obstruccionista de todo y esclavo de Vox. Los inesperados elogios recibidos solo cabe interpretarlos en la clave del miedo que les provoca la llegada a Madrid del presidente gallego, que puede hacerse con todo el voto del centro, máxime cuando Ciudadanos ya no cuenta. La otra alternativa posible, que sea Isabel Díaz Ayuso (ya veremos cómo sale parada de los negocios de su hermano), tampoco es alentadora, dado su innegable tirón electoral, para un PSOE, que ahora se ha dado cuenta que vivía muy bien contra Casado.

Publicidad

Queda la incógnita de si después de tanto tiempo coqueteando con Vox, al votante tipo del PP ya le va más la marcha que le ofrece el partido de Santiago Abascal y le queda un tanto corta la suavidad de maneras y discurso del político gallego. Veni, vidi, vici lo consiguió Julio César, es verdad, pero ya sabemos cómo terminó.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.

Publicidad