Aunque a mucha gente en Badajoz les parezca mentira, otra mucha, de más edad, recordará que la implantación de El Corte Inglés en la ciudad se produjo en medio de una gran controversia. Mientras duró el proceso urbanístico y su construcción, en los años anteriores ... a octubre de 1999, que fue cuando se inauguró, hubo manifestaciones –numerosas y nutridas, además– contrarias a que estos grandes almacenes aterrizaran en Badajoz. Se objetaba que iba a ocupar un terreno público –era verdad, el suelo que ocupa es parte de la plaza de Conquistadores– y, sobre todo, que iba a suponer el fin del tejido comercial de la ciudad. La imagen que sus detractores difundían se asemejaba a una especie de monstruo que devoraba todo el comercio a su alrededor y que centenares de familias iban a perder su medio de vida. La realidad ha sido bastante distinta: con la apertura de El Corte Inglés se cerraron tiendas, es verdad, hubo damnificados con nombres y apellidos emblemáticos en la historia comercial de la ciudad, pero no ha perjudicado al comercio en su conjunto. Al contrario, ha sido decisivo para que la capital pacense sea hoy el mayor destino comercial de Extremadura y en muchos kilómetros a la redonda. El resumen es que El Corte Inglés ha sido un revulsivo que ha contribuido a que en Badajoz haya hoy más y mejor comercio –y, por supuesto, más y mejor empleo en el sector– que el que había en 1999.

Publicidad

Me acuerdo de todo esto a raíz de la información publicada el pasado viernes por HOY de que Amazon, el mayor gigante de la distribución del mundo, está interesado en construir un centro de 200.000 metros cuadrados en la Plataforma Logística de Caya, desde el que repartir grandes paquetes a clientes de Europa. A este proyecto, como hace más de 30 años al de El Corte Inglés, le han salido detractores y por el mismo motivo: va a acabar con el pequeño comercio. Entonces fue el PP el que encabezó las manifestaciones, y ahora es Podemos. Doy por seguro de que no le va a gustar la compañía, pero la posición en contra de Amazon de Irene de Miguel, la responsable de Podemos en Extremadura, la hermana con Miguel Celdrán, que se opuso activamente –encabezaba las manifestaciones y agarraba la pancarta del 'No a El Corte Inglés– cuando era portavoz de la oposición en el Ayuntamiento. Cuando se inauguró ya era alcalde.

Sería bueno que aprendiéramos de las experiencias. Sobre todo de las que nos sacan de un error, porque son las más valiosas. Con el tiempo, el PP de Badajoz comprendió que la realidad de El Corte Inglés fue justo la contraria a sus vaticinios de catástrofe. Podemos, incluso, lo tiene mucho más fácil con el proyecto de Amazon en Badajoz de lo que lo tuvo el PP con El Corte Inglés, porque lo que se pretende crear en la Plataforma Logística no es un centro de distribución de productos que compren los badajocenses, sino los europeos. En cambio, el empleo sí será de aquí. Y el que cree Amazon en Badajoz derivará en más empleo. Alguno, seguro, en el pequeño comercio. Como lo hizo El Corte Inglés. Lo sabemos por experiencia.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.

Publicidad