Escuchar es compartir

En todas las ciudades donde hay una referencia por alguna fiesta o monumento no hace falta mencionar su nombre. Es su característica porque todo el mundo lo identifica como su marca. Por ello en nuestro caso la marca de Badajoz es su Carnaval y este como objetivo de análisis debería conformar su mejor promoción. Y es por ello que debería ser objeto de compartir esta marca para dar toda la capacidad a la fiesta porque si algo es conocido no hace falta repetirlo porque todo el mundo conocerá su dimensión.

En las conversaciones que he mantenido con diversas asociaciones y miembros del Carnaval hay una coincidencia general que también estos días está en los medios, en que nuestro Carnaval tiene que innovar y actualizarse compartiendo a través de la escucha activa. Hay que constituir una comisión de expertos y gente del Carnaval para analizar y profundizar en el Carnaval que queremos. Hay que pensar y reflexionar desde esa comisión para crecer. Para ser la ciudad de referencia de la fiesta porque tenemos argumentos que marcan la diferencia respecto a otras ciudades. Es por ello que hay que escuchar, pues a través de la palabra se piensa, se comunica, se reflexiona. Nos expresamos y opinamos. Por ello escuchar y compartir sería una tarea en la que esa comisión del Carnaval que debe crearse tiene que asumir.

Por ello desde la Federación de Asociaciones Vecinales nos hemos pronunciado por abrir el Carnaval a toda la ciudad. Porque la fiesta es del pueblo que la hace grande con su participación e implicación. Por supuesto y en primer lugar las comparsas por el número de personas comprometidas y por la espectacularidad de su trajes, bailes y sonidos, pero también las murgas, los artefactos y los grupos menores que deben estar en esa comisión que se cree, junto con otras organizaciones y entidades. Porque viven y sienten el Carnaval y son los que consiguen el nivel y la categoría a la que hemos llegado.

Son diez días de fiesta y el Carnaval debe abrirse al conjunto de la ciudad. Así como el río dejó de separar para convertirse en un compartir su disfrute y sus recursos, la fiesta debe compartirse y disfrutarse por toda la ciudad. Tenemos suficientes números de grupos que participan para poderlo hacer. Tenemos espacios por toda la ciudad que lo permiten. Pero hay que reflexionar para que toda la ciudad con una programación completa, bien estructurada y con los recursos suficientes pueda hacer sentir a todos los ciudadanos en igualdad de condiciones la fiesta. Hay que pensar y escuchar bien porque teniendo mucha variedad de grupos y diversos espectáculos durante los diez días que dura la fiesta, hay que pensar reflexionando sobre los fallos para mejorar escuchando a los actores. Porque siendo muchos los factores de todo tipo que intervienen y que pueden llegar a participar y condicionar, hay que sentarse y poner luces largas para el mejor desarrollo del Carnaval.

Porque no se trata de sustituir el gran desfile como se ha querido malinterpretar, sino de saber canalizar bien los recursos que se disponen teniendo en cuenta la referencia de los distintos espacios, avenidas y calles de la ciudad. Porque la duración del gran desfile se convierte en algo que termina cansando y quizás restando calidad porque es difícil aguantar diez horas observando, a pesar de lo maravilloso que son los bailes, disfraces y colorido de los grupos que participan. Hay que abrirlo al conjunto de la ciudad para que sea toda la ciudad y todos los ciudadanos, así como quienes nos visitan durante esos días quienes lo disfruten, porque entre otras razones hay personas que no pueden acercarse al gran desfile. Porque así lo hemos podido escuchar a muchos mayores y vecinos que disfrutaron del desfile organizado por la Asociación de Vecinos de Valdepasillas.

Hay que acercar la fiesta al ciudadano dinamizando las diversas actividades y para ello se ha convertido en imprescindible el planificar escuchando a quienes más y mejor pueden aportar al Carnaval. Hay que planificar si queremos ser la referencia de un modelo de Carnaval que no tiene parangón en otras ciudades. Y esto tiene que ser una ventaja sobre otras fiestas, porque la singularidad de la nuestra no es comparable a otras. Por eso la necesidad de convertir el Carnaval en la marca de Badajoz y de crear esa comisión del Carnaval y que se constituya como el primer medio para pensar, reflexionar y escuchar bien, porque cuando se comparten las cosas se entienden y se asumen mejor.