
Prometer y no cumplir
Es difícil de entender que proyectos de planes de impulso desde 2022 se encuentren descartados, abandonados, en trámites o paralizados tres años después
Anselmo Solana Hurtado
Sábado, 22 de marzo 2025, 08:04
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Anselmo Solana Hurtado
Sábado, 22 de marzo 2025, 08:04
Hace poco más de un mes se celebraron las III Jornadas de Participación Ciudadana en la ciudad de Badajoz organizadas por la Federación de Vecinos. ... En una de las mesas de debate se reflexionó sobre la necesidad de que cuando se programan proyectos y se planifican, habría que ser más ágiles y eficientes en la tramitación de los mismos, en su aprobación y puesta en marcha, porque hay riesgos de perder los fondos con los que se pueden desarrollar si los plazos comprometidos no se cumplen. Por ello es imprescindible una buena planificación y programación porque ya ha habido situaciones en las que se ha tenido que devolver dinero a Europa, porque llegó el plazo para justificar el gasto y su puesta en marcha y no se habían desarrollado o terminado los proyectos comprometidos.
Y si importante es planificar y programar, más importante es ejecutarlos en los plazos. Esta era una de las conclusiones por parte de los ponentes y de algunas intervenciones por los asistentes. No nos referimos a las grandes obras que como sabemos los extremeños van camino de cumplirse dos decenas de años desde que se empezaron a anunciar y que no dependen de nuestro Ayuntamiento. Nos referíamos en muchos casos a obras menores pero importantes, contempladas en los diferentes Planes de Impulso a la Economía Local aprobados en los últimos años y que sólo si nos atenemos a los dos últimos, 2022 y 2023, sumaban un total de más de 42 millones de euros.
Obras e inversiones importantes que estaban destinadas a ser proyectos transformadores y fundamentales para mejorar la vida de la ciudadanía. Para iniciar un proyecto de aquello que tantas veces hemos reivindicado como que nuestra ciudad pasara a ser una ciudad de referencia para dejar de ser una ciudad de paso. Y había otra cuestión importante y positiva en esos Planes de Impulso. Habían sido fruto del consenso al haber sido aprobados con el voto favorable de todos los partidos que conforman el Ayuntamiento. Un ejercicio desde la discrepancia pero que puso en valor el diálogo como debe ser siempre que se trata de nuestra ciudad, porque una ciudad sólo puede crecer si avanzan sus vecinos.
Es difícil de entender que proyectos que han formado parte de planes de impulso desde el año 2022 se encuentren descartados, abandonados, en trámites o sencillamente paralizados tres años después, y son muchos los que se encuentran en esta situación. Otros, como el tantas veces prometido parking de Valdepasillas, dotado presupuestariamente, se ha descartado por el equipo de gobierno con la justificación del aumento de los precios, cuando se han dejado pasar años y plazos para su ejecución. Somos muchos los que nos preguntamos si realmente ha existido voluntad política para iniciarlo, porque se viene prometiendo desde 2011. Prometer y no cumplir, mil veces lo vi. Es un refrán que nos recuerda la facilidad con la que se incumplen las promesas. En los proyectos de los planes de impulso firmados de los tres últimos años encontramos muchas promesas incumplidas y la realidad es que cuando la palabra se incumple, la desconfianza aumenta. Tomemos nota, porque están diciendo una cosa y haciendo otra.
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