Las aspiraciones de Gallardo

En las filas socialistas ven que es pronto para hablar de un puesto que se elige de forma indirecta tras unas elecciones para las que faltan seis meses, pero Gallardo no oculta que está decidido a ello.

Si en 2019 el PSOE anuló la Ley que impedía a Vara optar a un tercer mandato regional, ¿por qué no puede él mostrar las mismas aspiraciones teniendo en cuenta, además, que no existe impedimento legal en las diputaciones para regentarlas 12 años? ¿O es que el PSOE cambia de criterio en función de quién se trate y en qué institución quiera repetir?

Hace tres años, cuando los socialistas extremeños eliminaron la limitación de los mandatos en la Junta a ocho años, se interpretó como que Vara quería aplazar el debate sobre su sucesión interna para centrar todos los esfuerzos en los proyectos industriales que se fijan en Extremadura. Pero, aun así, es raro el círculo político en el que no se habla de esa transición. Y mucho más que, al hacerlo, no salga a relucir el nombre de Miguel Ángel Gallardo.

Al alcalde de Villanueva de la Serena le avalan las sucesivas mayorías absolutas que encadena desde 2003 en su pueblo, se ha hecho conocido fuera de la región gracias a la fusión con Don Benito y, además, ha logrado tejer una red de apoyo entre los alcaldes de la provincia.

Eso lo ha conseguido como presidente de la Diputación, una institución donde maneja un presupuesto de 278 millones de euros (más del doble que la ciudad de Badajoz) y donde ha ido modelando su discurso desde una ideología muy marcada hasta poner todo su interés en la gestión de ese dinero y atender las necesidades de los municipios.

Parece no perder de vista que, a la postre, los alcaldes elegirán al futuro secretario general del PSOE. Con cada alcalde gana una agrupación y, con esta, un apoyo en el camino. Ese puede ser ese uno de los motivos de su interés por repetir como presidente provincial como paso previo a la secretaría general del PSOE extremeño.

Sea ese su objetivo o no, porque de eso no suelta prenda, el presidente provincial ha ido ganando en seguridad y se le ve más cómodo en la Diputación. Ha ido perdiendo interés en confrontaciones gratuitas para cultivar un perfil más amable.

En esa línea ha mejorado sus relaciones con el PP. Una de sus primeras decisiones en la institución provincial fue retirarle a su portavoz la asignación económica que recibía, a quien se la restableció después. Este otoño les ha cedido uno de los nuevos coches que la institución ha adquirido para los desplazamientos oficiales. Los populares contaban con uno, pero estaba ya obsoleto. Toma cambio.

En Badajoz, Gallardo perdió el enfrentamiento judicial con el Ayuntamiento a cuenta de la vinculación de todas las subvenciones a la Memoria Histórica. Pero hoy se le valora más por haber devuelto la vida al Hospital Provincial. Aunque solo esté rehabilitada una pequeña parte de los 20.000 metros cuadrados que tiene el edificio, la intensa actividad que registra y la decisión de abrirlo a cuantos más actos mejor le ha granjeado más reconocimiento ciudadano que cualquiera de los enfrentamientos que tenía con el exalcalde Fragoso.

Está por ver la decisión que toma el PSOE, que es quien le tiene que proponer al presidente de la Diputación una vez que pasen los comicios de mayo si vuelve a ser el partido más votado en la provincia. Pero Gallardo está ya decidido a repetir como presidente de la institución y usará todo su poder para conseguirlo. Quizás a la espera de que llegue su momento para dar el salto regional.