Que el asesinato de Yahya Sinwar tenga alguna incidencia en la prolongación del desastre humano en Gaza, la recuperación de los rehenes o la invasión de Líbano dependerá de los cálculos de Benjamín Netanyahu. Al primer ministro israelí, ampliamente cuestionado después de los ataques terroristas ... del 7-O, la eliminación sistemática de los líderes de Hamás y Hezbolá le ha devuelto el favor de amplios sectores de la sociedad hebrea, aunque la reclamación de las familias de los secuestrados mantiene una herida abierta. Y, a poco más de dos semanas de las presidenciales en EE UU, seguramente no cabría esperar de él algo diferente a su actual trayectoria de venganza sin un plan definido para el día después. Cuando no solo tendrá que afrontar la organización política de una Franja arrasada, sino el empeño de mantenerse a toda costa en el poder para evitar los procesos judiciales pendientes. Frente a los propósitos egoístas de Netanyahu, la comunidad internacional debe mantener la exigencia de un alto el fuego inmediato acompañado de la reanudación de la ayuda humanitaria a los civiles palestinos. Y ejercer toda la presión posible para impedir un choque abierto con Irán.
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