La calima y el progreso
RUTA ABIERTA ·
Secciones
Servicios
Destacamos
RUTA ABIERTA ·
Uno de mis primeros miedos infantiles se remontan a aquellas filminas que proyectaban a los cruzados eucarísticos y a los niños de la catequesis en una salita aneja al templo parroquial. Filminas en las que se recreaban escenas como la del masón que abjuró de ... esa fe y sus correligionarios le apuñalaron en el mismo tren donde intentaba huir a otra ciudad. O la sacrílega artimaña del que acudía a comulgar con una lengua postiza y luego pisoteaba la sagrada forma... Aquellas historias me causaban tanto pavor como la guerra nuclear que planeó sobre el mundo cuando la 'crisis de los misiles' en Cuba. Más allá de detalles geoestratégicos, para nuestra mentalidad infantil todo se resumía en una cadena inexorable: las bombas atómicas contaminan la hierba a miles de kilómetros, las vacas se comen esa hierba y todos moriremos porque la leche de las vacas está contaminada y es radiactiva...
Las amenazas del cielo. ¿Chernobil? ¿Fukushima? La del volcán de Islandia de nombre impronunciable que obligó a cerrar el espacio aéreo europeo en 2010 y también la de esta lluvia de barro del Sahara que además de polvo del desierto ha llegado hasta Suiza, Francia y el sur de Europa portando cesio 137, un isótopo radiactivo que no se halla de forma espontánea en la naturaleza, sino que procede necesariamente de la fisión provocada por una explosión nuclear, en este caso de la veintena de ensayos atómicos que la Francia del presidente De Gaulle llevó a cabo en el sur de Argelia y en el Sahara entre los años 1960 y 1967. Los isótopos radiactivos de cesio 137 han sido medidos por ACRO, la asociación encargada del control de la radiactividad en el oeste de Francia. ¿Lo menos malo? Que la concentración de 80.000 becquerel por kilómetro cuadrado es muy débil para causar daños en las personas y que el cesio 137 pierde la mitad de su poder radiactivo cada 30 años. Apenas la punta del iceberg. ¿Lo inquietante? Como recuerda en 'La Vanguardia' el experto en radioprotección Pierre Barbey, consultor científico de la asociación ACRO, «todo el hemisferio norte está afectado por la polución causada por las pruebas nucleares, y junto a Francia tienen responsabilidad el resto de potencias atómicas». Las cifras son de mareo: entre 1945 y 1980, Estados Unidos, la Unión Soviética, Gran Bretaña, Francia y China realizaron más de 500 ensayos nucleares atmosféricos.
Resulta paradójico que en Extremadura, donde jamás sufrimos, por desgracia, la contaminación propia del desarrollo y de los avances industriales, padezcamos estos días una intensa calima con polvo sahariano en suspensión hasta extremos de que la Aemet recomiende no hacer ejercicio físico al aire libre. Una calima que arrastra (a la vista de los isótopos detectados en Francia) amenazas atmosféricas globales. Siempre los detritus del progreso. El lado oscuro de la globalización. Dan ganas de parafrasear a Sorolla: '¡Aún dicen que el jamón ibérico es caro!'.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.